Es un hecho que Deontay Wilder no superará la derrota ante Tyson Fury. Y es que el ‘Bombardero de Bronce’ continúa molesto con su equipo por haber tirado la toalla; situación por la cual, ha tomado la primera decisión, tras despedir a su entrenador, Mark Breland. El problema para Breland es que tanto Wilder como su entrenador jefe Jay Deas no estuvieron de acuerdo.
En declaraciones a Yahoo, Wilder fue contundente: ‘Estoy molesto con Mark por el simple hecho de que hemos hablado de cómo reaccionar ante algo así muchas veces. Soy un guerrero, un campeón, y del mismo modo que entro en un ring a matar a mi oponente debo aceptar los golpes que reciba.
«Le dije a mi equipo que nunca, nunca, sin importar cómo me viese, tirase la toalla porque soy de esa clase especial de boxeadores. ¡Todavía me quedaban cinco asaltos! No importa cómo se viera desde fuera, todavía estaba en la pelea», añadió el estadounidense
Cabe señalar que Jay Deas ya había criticado la decisión de Breland poco después del combate: «No creo que Mark debió tirar la toalla. Deontay es el tipo de tío que prefiere que lo saquen a rastras antes que rendirse. Además tienes que tener en cuenta que es un pegador temible por lo que siempre queda la opción de que conecte un gran golpe y le dé la vuelta a la situación».