Tyson Fury derrotó a Deontay Wilder el pasado mes de febrero por el Título mundial de pesos pesados, luego de casi nueve meses después del evento, Wilder rompió el silencio y dio una serie de causas por las cuales a su juicio perdió el combate, entre ellas la indumentaria que usó, el despido de su entrenador y hasta el agua que consumió aquella noche.
«Unos 15 minutos antes de salir a la pelea, calentando ya con los guantes puestos, estaba perfecto, me sentía genial… hasta que fui hacia el ring. Fue una transformación; estaba bebiendo agua y esas cosas, tratando de mantenerme hidratado, y simplemente empecé a sentirme raro. Mi agua me cambió, como si tomara un relajante muscular o algo así. […] No fue sólo el traje que llevaba, mi agua fue manipulada. Era como si no tuviera control sobre mi cuerpo, mis piernas estaban débiles y cosas así», dijo el boxeador para el canal de Youtube 78SPORTSTV.
Wilder antes de subirse al cuadrilátero exhibió un estrambótico traje que pesaba 40 libras, situación que a juicio del pugilista, hizo que su cuerpo se cansara antes de tiempo y ya para el tercer round “desaparecieron” sus piernas.
«No es que me hiciera daño, en absoluto, pero el hecho es que mi traje era demasiado pesado para mí. No tenía piernas desde el comienzo de la pelea. En el tercer asalto, mis piernas ya desaparecieron hasta el final. Sólo pude probármelo la noche anterior, pero no pensé que fuera a pesar tanto. Eran 40 libras (18 kg) con el casco y todas las baterías», expresó Deontay Wilder.
Su entrenador para aquél momento, Mark Breland durante el séptimo asalto, tomó la decisión de tirar la toalla luego que su dirigido estuviese en la esquina recibiendo una serie de golpes, esta decisión desató la furia de Wilder quien luego de la pelea aseguró que lo despediría.
«Ese hijo de **** ni siquiera me hizo una advertencia. Si eres parte de esta trama, era algo que no le importaba hacer porque tenía que cumplir con su obligación. En el séptimo asalto yo me estaba recuperando y de repente tira la toalla».
Finalmente el boxeador ventiló que su rival aquella noche colocó algo “extraño” en sus guantes para causarle un mayor daño: “Creo firmemente que puso algo duro en su guante, algo con la forma y el tamaño de un huevo. Es la razón por la que los laterales de mi cabeza se hincharon como un huevo y me dejó lleno de chichones la cabeza», dijo.
Se completará la trilogía de la batalla
Tyson Fury y Deontay Wilder podrían verse las caras por tercera vez el próximo 19 de diciembre en la ciudad de Las Vegas, Estados Unidos, recordemos que durante el primer enfrentamiento ambos pugilistas empataron y Fury se desquitó por la vía del nocaut el pasado mes de febrero.