Deiveson dijo que Dana no se arrepentirá de apostar sus fichas por él – Natassia del Frate/ PxImages
Deiveson Figueiredo se enfrentará a Cody Garbrandt en su primera defensa de cinturón de peso mosca (57 kg) en Ultimate. El duelo se llevará a cabo el 21 de noviembre, en UFC 255, sin sede aún confirmada por la franquicia. Luego de grandes presentaciones, principalmente en el duelo que le dio el título, el 18 de julio, cuando terminó con Joseph Benavidez, el brasileño agradeció al presidente de la organización, Dana White.
En una entrevista exclusiva al informe de Ag.Fight, el brasileño celebró tener la confianza del directivo. Deiveson dijo que Dana no se arrepentirá de apostar sus fichas por él y confirmó su deseo de hacer historia en la categoría. Según el campeón, su intención es tener su nombre ligado a grandes actuaciones.
“Es bueno para mí, estoy feliz. Él (Dana White) no se arrepentirá. Siempre entrenaré para ser el mejor, noquear a mis oponentes. Quiero que cuando escuchen sobre Deiveson Figueiredo, el programa les venga a la mente. Mi lucha siempre será así. Siempre un espectáculo”, dijo el brasileño, quien suma ocho victorias y una derrota en UFC.
Como campeón del peso mosca, Deiveson Figueiredo es ahora el principal objetivo de todos los atletas de la división. Sin embargo, hay un deportista que, por ahora, ya no forma parte de la escuadra de UFC que constantemente está provocando y disminuyendo sus logros en la organización. Este es Henry Cejudo, quien anunció su retiro de MMA en mayo de este año. El paraense dijo que si el estadounidense cambia de opinión y vuelve a pelear, le dará una lección dentro del octágono.
“El cabezota puede estar seguro de que llegará su momento. Habla muchas tonterías. Soy un tipo que no dice tonterías, muestro dentro del octágono. El día que me pongan frente él, será noqueado”, despidió el deportista de Soure (PA).
El último triunfo de Deiveson Figueiredo fue ante Joseph Benavidez, el 18 de julio, donde obtuvo el cinturón de la categoría de peso mosca. Además de convertirse en el primer campeón brasileño en esta división en el UFC, el paraense rompió la sequía de tres años sin que Brasil tuviera un título masculino en la liga de MMA más grande del mundo.
