La próxima pelea de Ramos se celebraría inicialmente el 11 de abril en Portland, Estados Unidos – Leandro Bernardes / PXImages
La pandemia de coronavirus que afecta al planeta ha traído innumerables y diferentes consecuencias para la población mundial. Debido a las medidas preventivas adoptadas para controlar la propagación de la enfermedad, el UFC, por ejemplo, se vio obligado a posponer indefinidamente sus próximos tres eventos programados para marzo y principios de abril, y así dejar en espera a un gran número de atletas, quienes estaban programados para competir en estos shows. Uno de los luchadores afectados por estas cancelaciones fue el peso ligero (70 kg) Davi Ramos, el cuál tendría una pelea contra Arman Tsarukyan en la edición que tendría lugar en Portland, Estados Unidos, el próximo 11 de abril.
Como la mayoría de los atletas de alto rendimiento, Ramos evita alejarse por completo del entrenamiento, aunque busca adaptarse a las recomendaciones de las autoridades responsables, como la solicitud hecha de mantener una distancia segura con otras personas. A pesar del impulso de cualquier deportista por mantenerse activo, el cinturón negro admitió, en una entrevista exclusiva al informe de Ag.Fight, que su preocupación por la posibilidad de ser infectado por el coronavirus y contaminar a sus seres queridos habla más fuerte y por eso decidió adoptar una actitud más hogareña en los últimos días.
“Esta adaptación (a las nuevas recomendaciones) es muy complicada, estoy tratando de tomar las precauciones necesarias para seguir entrenando. La parte de lucha la dejo de lado y trato de hacer entrenamiento al aire libre en muay thai y boxeo, además de la parte física también al aire libre”, reveló el luchador, antes de comentar sobre los cambios en su rutina.
“Estaba en la fase de campamento, y durante esa fase solo me detengo en casa para comer y dormir. Entonces, (ahora) estoy más en casa con mi hijo y mi esposa, realmente cambió mucho. Me preocupa contraer el virus y transmitirlo a ellos en casa. Realmente estamos lidiando con algo serio y eso debe ser tomado en serio. Es muy triste lo que está sucediendo en todo el mundo con las muertes afectadas por el virus”, se lamentó el brasileño.
Sin pelear desde septiembre del pasado año, Davi tenía el objetivo de regresar al octágono en enero pero hace semanas recibió la solicitud solo recibió su solicitud para enfrentar a Arman Tsarukyan en el UFC Portland. Con el evento cancelado, el peso ligero continúa deseando competir nuevamente. Mientras espera, como el resto de la población mundial, una solución para aliviar la pandemia de coronavirus y permitir el regreso a la vida normal, el carioca sueña con un lugar en una de las primeras cartas de Ultimate en el reinicio de las actividades de la organización.
Con la esperanza de que los atletas afectados por los espectáculos pospuestos tengan prioridad en la reprogramación de sus peleas, Ramos reveló su interés en ser parte del UFC São Paulo programado para el 9 de mayo y que por su desempeño aún no se ha descartado. El peso ligero incluso comentó sobre la posibilidad de que todos los luchadores brasileños a quienes se le cancelaron sus peleas puedan ser reubicados en el evento en São Paulo, formando una mega tarjeta.
«Ha sido muy difícil mantener el entrenamiento y la dieta, pero estoy esperando que todo vuelva a la normalidad y creo que seremos los primeros en volver a pelear». (…) Sería una mega oportunidad para los fanáticos brasileños de MMA y también para el resto del mundo ver una súper tarjeta con muchos brasileños. Me encantaría pelear aquí con una gran carta”, comentó el peso ligero.
Luego de lograr cuatro victorias seguidas en Ultimate, Davi Ramos terminó siendo superado por Islam Makhachev en el UFC 242 disputado en septiembre del pasado año en Abu Dhabi, Emiratos Arabes Unidos. En su carrera en el MMA profesional, el cinturón negro en jiu-jitsu y campeón mundial de ADCC 2015, acumula diez victorias (siete de ellas por sumisión) con tres derrotas.