La incertidumbre en torno al futuro de Jon Jones en UFC ha generado malestar entre atletas, aficionados y comentaristas. Y uno de los nombres más relevantes de la escena, y antiguo rival del campeón, ha decidido adoptar una postura firme ante este impasse. En su canal de YouTube, Daniel Cormier defendió que la organización le arrebatara el cinturón de peso pesado a ‘Bones’, dada la falta de una perspectiva concreta para su próxima defensa del título.
Según Cormier, el actual campeón lineal no muestra interés en enfrentarse al campeón interino Tom Aspinall, una pelea considerada esencial para la consolidación de la división. La insatisfacción del exboxeador aumentó tras las recientes declaraciones de Jones, quien afirmó no estar retirado, pero confesó que «cada vez le importa menos pelear».
«Al final, es hora de quitarle el cinturón. No quiere pelear con este tipo. No parece que vaya a pelear. Es hora de quitarle el cinturón, seguir adelante y esperar que ese deseo del que habla regrese algún día. Y si lo hace, pónganlo contra Tom Aspinall. No le den otra opción. Siendo honesto, lo pondría contra Tom incluso si no fuera el campeón, porque esa es la pelea que importa», dijo el ex bicampeón.
¿Miedo?
Para Daniel Cormier, la reticencia a aceptar el enfrentamiento con el inglés podría estar más relacionada con el riesgo deportivo que con la falta de deseo. En su análisis, Aspinall representa una amenaza concreta para el reinado de ‘Bones’, quien ya tiene 38 años y ha dejado atrás su mejor momento atlético.
«No tiene miedo, simplemente no quiere que lo noqueen. Jon prefiere mantener su legado intacto, incluso sin enfrentarse a Aspinall, que arriesgarlo todo por una posible derrota. Esa es la diferencia. Sabe que es un poco más lento. Todos lo vemos. Es natural. Cuando eres campeón a los 21 años y te mantienes en la cima durante 17, es normal que pierdas el ritmo», analiza.
A pesar de las críticas, Cormier reconoce la grandeza de la carrera de Jones, pero cree que es hora de aceptar que el ciclo podría haber terminado. Para él, la retirada del cinturón no borra el legado del estadounidense, solo permite que la categoría avance.