El 23 de enero, Dustin Poirier y Conor McGregor vuelven a medir la fuerza dentro del octágono de la UFC. Los dos luchadores, que ya se enfrentaron en 2014, hacen ahora la pelea principal del UFC 257, que se disputará en la ‘Isla de la Lucha’, en Abu Dabi (EAU). Además de ser una revancha esperada, el combate tiene otro valor.
En declaraciones para la cadena estadounidense ‘ESPN’, Dana White, presidente de la UFC, destacó que el ganador de este enfrentamiento volverá a tener la oportunidad de luchar por el cinturón de la categoría. Cabe mencionar que McGregor fue campeón lineal de la división en 2016 y perdió el título por inactividad. En 2018, el irlandés tuvo la oportunidad de recuperar su puesto, pero fue presentado por Khabib Nurmagomedov. Poirier ya ostentaba el título interino de la categoría de peso en 2019 y en el duelo de unificación, en el mismo año, también fue superado por el ruso.
«El que gane la pelea probablemente sea el siguiente», confirmó Dana White, sin dar muchos detalles de a quién se enfrentará el ganador, ante la incertidumbre sobre el retiro de Khabib Nurmagomedov de las MMA, anunciado en octubre de 2020.
Conor McGregor no pelea desde enero de 2020, cuando le ganó a Donald Cerrone en UFC 246 en solo 40 segundos. En 2015, el irlandés ganó el cinturón del peso pluma (66 kg) de la franquicia al noquear a José Aldo con 13 segundos de pelea. En 2016, ganó otro cinturón, en el peso ligero, con un nuevo nocaut, esta vez sobre Eddie Alvarez.
Dustin Poirier se recuperó de la derrota que sufrió ante Khabib Nurmagomedov en 2019, venciendo a Dan Hooker en una batalla real, celebrada en junio. Por el peso ligero de la UFC, el ‘Diamante’ peleó 13 peleas y su récord es de 10 victorias, dos derrotas y un no-contest. El atleta se convirtió en campeón interino de la división al vencer por segunda vez a Max Holloway y, posteriormente, fue sometido por Khabib en la disputa por el cinturón lineal.
