El pasado sábado (19), Colby Covington volvió a ser el centro de una polémica en la UFC. Tras derrotar a Tyron Woodley, en el duelo principal del UFC Las Vegas 11, por nocaut, el estadounidense protagonizó un episodio calificado como «racista» contra Kamaru Usman, campeón del peso welter (170 lb) de la UFC.
Todo comenzó cuando Usman, en una transmisión de la cadena estadounidense ‘ESPN’ junto con Covington, se burló de la llamada del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a ‘Chaos’ después del evento para felicitarlo por su triunfo. En ese momento, el ex campeón interino de la categoría respondió subestimando las condiciones de vida de Nigeria, país de donde proviene el poseedor del título.
«¿Quién te llamó? ¿Recibiste una llamada de tu tribu? ¿Alguien le envió señales de humo? Eres una broma”, dijo el estadounidense en tono de broma.
La polémica no tardó en llegar a Dana White, presidente de la UFC. Cuando se le preguntó qué pensaba de las declaraciones de Covington y si existía un contexto racista, el dirigente trató de calmar las aguas.
“Estos tipos tienen sus propias causas, sus creencias. No amordazamos a nadie. Permitimos que todos digan lo que quieran. No creo que lo que dijo sea racista. No escuché nada racista sobre lo que dijo”, apuntó el líder de la franquicia.
