Dana White sigue teniendo problemas para lidiar con Nate Diaz. El ‘chico malo’ está en la recta final de su contrato con la UFC y, mientras insiste en salir de la organización, hace todo lo posible para provocarlo. Tanto es así que el veterano dijo que los únicos profesionales de valor a los que podría enfrentarse en su despedida de la empresa serían Francis Ngannou e Israel Adesanya. Presente en el evento de la empresa realizado el sábado pasado (16), en Nueva York (EE.UU.), el líder de la compañía al enterarse de la declaración del atleta, respondió.
En la conferencia de prensa posterior al UFC en Long Island, Dana White se sorprendió por la posición de Nate y no ocultó su molestia. Según el empresario, tales peleas no tienen sentido. Y hasta tiene razón el líder de la empresa, ya que Díaz pelea en peso ligero (155 lb) o wélter (170 lb), mientras que Adesanya es el rey de los medianos (185 lb) y Ngannou es el campeón de peso pesado (265 lb).
Visiblemente insatisfecho, Dana indica que la petición del ‘chico malo’ retrata bien su etapa actual en los deportes de combate, ya que es protagonista de polémicas y peleas más públicamente que en el octágono. Dana va más allá y señala que Nate dificulta su propio futuro al contradecirse, ya que dice que acepta a cualquier luchador como oponente, pero en realidad exige que su último oponente en la UFC sea un ícono de las MMA.
“¿Nate Diaz dijo Ngannou y Adesanya? ¿Y qué debo decir al respecto? Quiero decir, imagina tener una m***** conversación como esa. Vamos, Díaz vs Ngannou. ¿Qué debería decir? Esto es una locura por j****”, respondió White.
La relación de Dana White y Nate Diaz fue aún más tensa, cuando el luchador se clasificó como una especie de rehén de la UFC por no conseguir su liberación. El ‘chico malo’ suele quejarse del trato que le da la empresa y señala que no le ofrece contrincantes y pospone su última pelea para mantenerlo atrapado en su contrato.
Posteriormente, el empresario no estuvo de acuerdo con vehemencia con la posición del veterano. Dana aclara que es imposible que la UFC impida que cualquier atleta compita, ya que está obligado a ofrecer a cada profesional una cierta cantidad de peleas por año y, si esto no ocurre, está obligado a compensarlos económicamente.