Hay quienes piensan que, para convertirse en una estrella de las MMA, además del mérito deportivo, el luchador necesita estar activo con el micrófono en mano. Alex Pereira es la prueba de que para cada regla hay una excepción. De personalidad discreta y sin dominio de la lengua inglesa, el delantero brasileño supera las dificultades de la autopromoción con un ‘carisma natural’ que, cada día, aumenta su legión de aficionados en todo el mundo. Atento al ‘fenómeno Poatán’, Dana White exalta el aura que el ahora campeón del peso semicompleto (205 lb) desprende en su organización.
Durante una conversación con la prensa posterior al pesaje ceremonial de UFC 295, al que asistió Ag Fight, el presidente de la compañía destacó que lo que hace tan popular a Alex Pereira es precisamente su personalidad misteriosa, de pocas palabras. Con una apariencia intimidante y actuaciones emocionantes en los octágonos, el brasileño no necesita hacer uso frecuente, por ejemplo, de la tradicional ‘charla basura’.
“Creo que tiene mucho carisma. Es diferente a los demás. Tiene pinta de hijo de pu**, ¿vale? Es un tipo aterrador. Eso, en sí mismo, ya es una personalidad. Lo digo todo el tiempo, la gente dice: ‘¿Deberías actuar como Conor McGregor? ¿Debería ser esto o aquello?’. No. Debes ser tú. Sé quien eres. Puedes ser sordomudo en este deporte. Si eres duro y puedes ganar un título mundial, no importa. Para eso aparece la gente. No vienen a verte hablar, sino a verte pelear”, explicó.
Cambio de nivel
Con la victoria sobre Jiri Prochazka el pasado sábado (11), Alex Pereira se unió a un selecto grupo de atletas que ganaron cinturones en diferentes categorías dentro de la UFC. Ahora en otro nivel, el brasileño también fue el peleador que logró esta hazaña más rápido dentro de la liga – en sólo siete peleas y dos años en casa.
