Después de ser dominado y sometido por Sergey Spivak en el evento principal del UFC Vegas 68, el domingo (5), sumando su tercera derrota consecutiva, Derrick Lewis se encontró en una especie de encrucijada dentro de la organización. A sus 37 años, el peso pesado, al parecer, ya no tiene la posibilidad de intentar una nueva carrera hacia una oportunidad por el título. A pesar de eso, su futuro en la UFC está asegurado.
Al menos eso es lo que afirma Dana White. En la conferencia de prensa posterior al show, el presidente de la UFC enfatizó su respeto por el luchador -el mayor noqueador en la historia de la entidad- y descartó la posibilidad de despido, al menos por el momento.
“Tengo mucho respeto por Derrick Lewis. Amo al tipo, y fue maltratado esta noche. Spivak lo hizo muy bien. (…) Esto no interfiere con la moral que tiene conmigo. Amo a ese chico. Así que él no va a ninguna parte”, decretó Dana White.
En la UFC desde 2014, Derrick Lewis ha estado durante mucho tiempo entre los mejores nombres de peso pesado de la liga. El estadounidense tuvo la oportunidad de luchar por el cinturón de los pesados en dos ocasiones, pero fue derrotado en ambas ocasiones por Daniel Cormier y Ciryl Gane. Su última victoria llegó sobre Chris Daukaus, en diciembre de 2021, cuando batió el récord de victorias por nocaut en la historia de la entidad (13), superando al brasileño Vitor Belfort.
