En 2017, Dana White promocionó con emoción el combate de boxeo Conor McGregor vs Floyd Mayweather. En su momento, a pesar del resultado negativo obtenido por el excampeón de la UFC en el ring, el encuentro fue valioso para todos los involucrados. Desde entonces, ‘Notorious’ comenzó a discutir frecuentemente con ‘Money’ y parte de la prensa especializada especuló con la posibilidad de que se diera la revancha. Sin embargo, al tomar conocimiento del rumor, el empreasario ya se ha posicionado frente a un hipotético nuevo duelo entre las estrellas.
En la conferencia de prensa posterior al evento ‘Contender Series’ el pasado martes (26), Dana no lo pensó dos veces y cerró la puerta a la hipotética revancha de McGregor con Mayweather. Recientemente, parte de la prensa informó que las estrellas de los deportes de combate estaban negociando la realización del segundo encuentro entre ellos, en un intento por repetir el éxito del encuentro anterior, una de las peleas más rentables de todos los tiempos.
Pero si en 2017 Dana fue importante para que despegara el insólito choque, en 2022 se ha convertido en la principal barrera. Según el empresario, el rumor es otra ‘locura’ de los medios para generar clics. Cabe señalar que, hoy, Floyd tiene 45 años y protagoniza peleas de exhibición, que no cuentan para su récord, mientras que Conor atraviesa una mala etapa en la UFC y aún se recupera de una grave lesión en la pierna.
“Toda una m****. Estos tipos solo están hablando en las redes sociales como lo hacen. El ‘Daily Mirror’ o como se llame el periódico está lleno de m*****”, declaró Dana White.
El combate de boxeo entre Conor McGregor, excampeón de la UFC, y Floyd Mayweather, estrella del arte noble, fue uno de los más mediáticos en la historia de los deportes de combate. Pese a la diferencia de experiencia en los cuadriláteros, el astro irlandés trató de asustarlo al inicio del duelo, pero poco a poco se fue cansando, vio como ‘Money’ se adueñaba del enfrentamiento y, sin fuerzas, terminó noqueado en la décima ronda. El partido fue tan especial que representó la victoria número 50 del estadounidense en el deporte y marcó su retiro.