El futuro de Francis Ngannou en los deportes de combate sigue sin estar claro. En enero, en California (EE.UU.), el campeón de los pesos completos de la UFC superó a Ciryl Gane y defendió por primera vez el título de la división, precisamente, en la última pelea de su contrato con la empresa. Cuando el camerunés señaló que puede dejar la organización de MMA para trabajar en el boxeo, Dana White se movió, pero no encontró respuestas.
En la conferencia de prensa previa al UFC 271, realizada el jueves pasado (10), en Houston, el líder de la empresa informó que habló con Ngannou y dijo que volverá a reunirse con el campeón de los pesados para convencerlo de que prolongue su relación con la UFC. Pero a pesar del interés del dirigente por contar con sus servicios, ‘The Predator’ explicó que, al estar disconforme con el trato que le da la organización y con el sueldo que recibe, se negó a renovarle el contrato y, así, estimó una pérdida de al menos siete millones de dólares. De todos modos, Dana garantiza que hará todo lo posible para convencer al camerunés de que se quede en la compañía.
“Cenamos con Ngannou antes de que regresara a Camerún. Volverá en unas semanas y nos volveremos a encontrar cuando llegue a casa», dijo White.
Como Ngannou se lesionó las rodillas antes de la pelea contra Gane y empeoró la situación al luchar en el octágono, el atleta anunció que tendrá que someterse a una cirugía y, con eso, estará fuera por al menos nueve meses. Así, la prensa especializada especula que la creación de un nuevo cinturón interino de los pesados está en la agenda de la UFC y tal disputa podría poner frente a frente a Jon Jones y Stipe Miocic, dos leyendas de las MMA. Sin embargo, Dana evita comentar sobre el posible duelo pese al interés de ‘Bones’.
«Aún no sé. A ver cómo va», concluyó.