El sábado pasado (22), Francis Ngannou retuvo el título de peso pesado de la UFC, cuando derrotó a Ciryl Gane por decisión unánime de los jueces en el evento principal del UFC 270, realizado en California (EE.UU.). Sin embargo, un hecho posterior a esta pelea llamó la atención de todos los involucrados. El camerunés no recibió el cinturón de manos de Dana White, presidente de la liga, como es habitual en partidos de esta envergadura.
La situación generó debate sobre si podría ser una represalia del presidente con el luchador camerunés que en los últimos meses había pedido mayor valorización económica y reconocimiento por parte de la compañía, además, está considerando participar en combates de boxeo. Pero el dirigente desmintió estas especulaciones, durante una sesión de preguntas y respuestas de la cadena estadounidense ‘ESPN’.
“Salí de la arena justo después del partido coestelar porque tenía que lidiar con algunas cosas que estaban sucediendo detrás del escenario. Para que alguien piense que le estaba faltando el respeto a Francis, lo he visto toda la semana, idiotas. Estreché su mano. Le dije ‘hola’. Entonces, para que alguien piense que hubo algún tipo de falta de respeto hacia Francis, tampoco estuve allí para la pelea entre Michael Bisping y (Luke) Rockhold, porque también estaba lidiando con algunas cosas», explicó.
Francis Ngannou debutó en la UFC en 2015 y, para la liga de las MMA más grande del mundo, suma 12 triunfos, diez por nocaut y dos reveses. En marzo de 2021, el camerunés alcanzó el lugar más alto en la división de peso pesado de la UFC, cuando noqueó al entonces campeón Stipe Miocic. Además de vencer al estadounidense y ahora a Gane, sus triunfos más destacados para la empresa fueron sobre Cain Velásquez, Junior ‘Cigano’ y Alistair Overeem.