El pasado sábado (14), la pelea principal de UFC Tampa, la última cartelera promocionada por la empresa en 2024, estuvo definida, aunque sea indirectamente, por una interrupción médica. Y este desenlace no parece haber agradado a Dana White. Después de todo, el presidente de la organización cuestionó la paralización de la pelea entre los pesos welter (170 lb) Colby Covington y Joaquín Buckley.
Durante la rueda de prensa posterior al espectáculo, el director dejó entrever que si el evento se celebrara en Las Vegas (EE.UU.), no se interrumpiría. Pese a reconocer la gravedad del corte encima del ojo derecho que sufrió Covington, Dana destacó que, posiblemente, la pelea -interrumpida en el tercer round- podría haber continuado. Por otro lado, el agente minimizó el episodio destacando que Colby, el principal involucrado, ni siquiera se quejó de la decisión del comité médico.
“Sin duda fue un mal corte, pero esta pelea no sería detenida en Las Vegas. Esta pelea continuaría en Las Vegas, seguro. Colby es un tipo mayor que pelea de vez en cuando. Siempre es duro y duro. Pero también siento que Colby no estaba tan molesto porque el corte detuvo la pelea. Era algo que definitivamente le molestaba. Colby es duro, pero cuando recibes un corte, cualquier cosa puede pasar. Recibió grandes golpes y se quedó ahí, el corte le molestaba. Pero creo que si la pelea fuera en Las Vegas, no sería interrumpida por este corte. Pero no creo que Colby estuviera tan enojado cuando se fue”, dijo el empresario.
