El pasado sábado (9), en la pelea que cerró la cartelera preliminar de UFC 299, Curtis Blaydes fue el responsable de frenar el ascenso de Jailton Almeida en UFC. Frente a ‘Malhadinho’ -que hasta entonces se mantenía invicto en la organización-, ‘Razor’, como se le conoce, demostró por qué era considerado la principal prueba de la carrera del brasileño y lo noqueó en el segundo round.
Después de su actuación, el peso pesado estadounidense puso sus miras en alto, apuntando a una oportunidad por el título en la siguiente ronda, y recibió una respuesta.
Durante una conferencia de prensa posterior al show en Miami (EE.UU.), Blaydes rechazó cualquier posibilidad de enfrentarse a Ciryl Gane y centró su atención en una posible revancha contra Tom Aspinall, actual campeón interino de la categoría. El deseo de Curtis puede verse cumplido antes de lo esperado, ya que el rival inglés no sólo se pronunció, sino que aceptó el enfrentamiento a través de las redes sociales.
“Siento que ustedes (la prensa) están tratando de empujarme hacia Gane. Eso no va a pasar. Le pedí (luchar) contra él en el pasado. Él perdió esa oportunidad. Entonces, si no es Aspinall, encontraremos la manera. No tomaré decisiones concretas ahora porque no sé qué está pasando. Pero no será Gane (mi próximo rival). Es un no”, destacó el estadounidense, antes de que Tom le respondiera virtualmente.
“No es necesario que me lo preguntes dos veces. Estoy dentro ”, escribió Aspinall en su cuenta en ‘X’.
Historia: lesión y derrota asfixiada
Curtis Blaydes y Tom Aspinall ya se enfrentaron en julio de 2022. Sin embargo, en ese momento, apenas 15 segundos después de iniciada la pelea, el prospecto inglés sufrió una grave lesión en la rodilla y, en consecuencia, perdió su primera pelea en UFC.
La lesión, además de mantener a Tom alejado del octágono durante una temporada, culminó en el único revés del inglés en la organización. Por lo tanto, la historia directa con Curtis Blaydes puede haber contribuido a que el actual campeón interino de peso pesado aceptara fácilmente el desafío del estadounidense.