Antes de UFC 304, Curtis Blaydes era considerado un claro perdedor para la pelea contra Tom Aspinall. Pero la derrota por nocaut en sólo 60 segundos frustró considerablemente los planes del estadounidense. Y prueba de ello es que no pasó mucho tiempo para que el peso pesado sufriera un revés en la pelea más importante de su carrera.
Tras un comienzo prometedor, ‘Razor’, como le conocen, admitió que le ‘crecieron los ojos’ y acabó pagando el precio poco después.
A través de sus redes sociales, Curtis Blaydes destacó que se mostró codicioso luego de lograr conectar buenos golpes en los primeros segundos. Al lanzar el ataque, el estadounidense aparentemente renunció a la estrategia trazada para el enfrentamiento y acabó siendo noqueado por un contraataque de su oponente inglés. Luego de ensayar una queja sobre una supuesta interrupción temprana del árbitro en el octágono, ‘Razor’ se mantuvo al margen y felicitó a Aspinall por su actuación.
«Lo siento, chicos. Fui codicioso cuando lo toqué al comienzo (de la pelea) y deseché la increíble estrategia que mis entrenadores Vinnie López y Cody Donovan habían ideado y que definitivamente funcionaría. No hay excusas, Tom estuvo increíble esta noche. Sé que este no es el final de mi viaje, pero maldita sea, sé que soy mejor que el desempeño de hoy. Agradezco a todos por su apoyo, realmente me abrió los ojos tener tanta gente apoyándome», declaró la estadounidense, número 4 del ranking de la categoría.
Aspinall elimina el sabor amargo en venganza
De nueve peleas disputadas en UFC, Tom solo perdió una vez, precisamente ante Curtis Blaydes, en 2022. En ese momento, el inglés se lesionó gravemente la rodilla en los primeros segundos del enfrentamiento.
Dos temporadas después, ya como campeón interino de los pesos pesados, Aspinall consiguió quitarse el sabor amargo de la boca y ‘vengar’ por todo lo alto el revés sufrido ante su antiguo atormentador.