Los rumores sobre el probable cierre de las actividades de Bellator tomaron por sorpresa a gran parte de la comunidad de MMA, incluidos algunos de los principales atletas de la organización norteamericana. Es el caso, por ejemplo, de Corey Anderson, actual campeón de peso semipesado (205 lb) de la liga.
A través de su perfil oficial en ‘X‘, el expeleador de UFC dijo sentirse confundido al conocer la información sobre el probable final de Bellator, la cual surgió de primera mano por el periodista Ariel Helwani. Según Anderson, nadie se ha puesto en contacto con él hasta el momento para actualizarlo sobre el estado de la entidad de la que es uno de los campeones.
«Imagínese que usted es el campeón de una organización relajándose en el sofá y que su esposa entra y le dice: ‘¿Viste eso? ¿Bellator está muerto? Y todo lo que puedes hacer es levantar los hombros confundido. Porque todavía no has oído nada. Risa. Sí, ese soy yo», escribió Corey Anderson.
¿Fracaso de la fusión Bellator/PFL?
Si se confirma el rumor, Bellator, fundada en 2008, cerrará sus actividades poco más de un año después de ser que la PFL la comprara en noviembre de 2023. La fusión, vista entonces como el nacimiento de un posible competidor capaz de amenazar la soberanía de UFC, resultó ser un error, al menos hasta ahora.
Además de la probable caída de Bellator, el dúo Bellator/PFL es blanco de frecuentes críticas y quejas de luchadores influyentes en la organización. Es el caso de los brasileños Patrício Pitbull y Cris Cyborg , así como del holandés de origen iraní Gegard Mousasi.
Campeón de peso pluma (145 lb) y nombre más importante de la historia de Bellator, Patrício expresó públicamente su descontento por su inactividad desde la fusión de las ligas y pidió quedar liberado de su contrato. Lo mismo ocurrió con Cris Cyborg, poseedora del cinturón de 66 kg femenino.
A su vez, Mousasi presentó una demanda contra el dúo PFL/Bellator tras quedar liberado. Poco antes, el ex campeón de peso medio (185 lb) también había criticado la ausencia de peleas e indicó que los directivos de la Professional Fighters League no querían cumplir con su anterior contrato con Bellator, que preveía pagos de cantidades consideradas demasiado elevadas por la máxima categoría. gestión del PFL.