Luego de conquistar su cuarta victoria consecutiva en el octágono de la UFC, al vencer a Li Jingliang, por sumisión, en la cartelera principal del UFC 267, el pasado sábado (30), en Abu Dabi (EAU), Khamzat Chimaev no se ha enfrentado, hasta ahora, a un oponente que podría sacarlo de su zona de confort y ponerlo en peligro en algún momento dentro de la organización.
Por lo tanto, parece haber un consenso dentro de la comunidad de las MMA de que, en su próximo compromiso, el sueco nacido en Rusia debería enfrentarse a un rival bien clasificado, elevando así el nivel de competencia que enfrenta en la UFC.
Entre los principales nombres especulados, el veterano Nate Diaz parece ganar fuerza, incluso con la aparente aprobación del propio Chimaev, pero, en opinión del excampeón y comentarista de la UFC Daniel Cormier, el brasileño Gilbert ‘Durinho’ podría ser el oponente ideal para poner a prueba al potencial real de la joven promesa de la división de peso wélter.
“¿A Khamzat Chimaev? Es hora de darle uno de los mejores clasificados. Y creo que un tipo que sería bueno para él es Gilbert Burns (Durinho). Porque Gilbert Burns tiene un conjunto completo de habilidades. Es un gran luchador, un gran tipo de jiu-jitsu, su pelea de pie ha mejorado y ha vuelto. ¿Derecha? Perdió la pelea por el título ante Kamaru (Usman), pero luego venció a Stephen ‘Wonderboy’ Thompson en su última pelea y demostró que está de vuelta en el camino de la victoria. Entonces, esta (pelea) tiene sentido para Chimaev”, sugirió Cormier, durante su participación en el programa ‘DC & RC’ de la cadena estadounidense ‘ESPN’.
A los 27 años de edad, Khamzat Chimaev emerge como una de las principales apuestas para una futura estrella de la UFC. El ruso, quien debutó en la organización en julio del pasado año, ya ha conseguido cuatro contundentes victorias en el octágono más famoso del mundo y alcanzó, tras su más reciente triunfo, la décima posición en el ranking de la categoría.
Cabe recordar que, a fines del año pasado, Chimaev ya parecía destinado a medir fuerzas con un rival más calificado e incluso fue echado como oponente de Leon Edwards, en ese momento ya integrante del top 3 de la clase. Sin embargo, los problemas para recuperarse por completo del COVID-19 alejaron al luchador de la disputa contra el británico, dejándolo en remojo durante unos meses.
