La carrera de los luchadores de las MMA, así como la de otros atletas profesionales en otros deportes, es corta en comparación con otras profesiones tradicionales. A sus 39 años de edad, Thiago Marreta es consciente de que se encuentra en la recta final de su carrera deportiva. Recién fichado por la PFL, el exretador al cinturón del peso semicompleto de la UFC ya está haciendo planes para sus últimos años de competencia, según reveló en una entrevista exclusiva con Ag. Fight.
Con un contrato de dos años firmado con la nueva organización, el brasileño no tiene la intención de extender su estadía en las MMA mucho más allá del vínculo previamente establecido. Además de buscar el cinturón de la PFL, Marreta también manifestó que le gustaría incursionar en otra modalidad antes de colgar los guantes.
“Tengo un contrato de dos años con la PFL. Pretendo luchar hasta más o menos eso, durante otros dos años. Sabemos que depende de nuestro cuerpo, de nuestra salud. Pero mientras me sienta bien, estaré luchando. Pero veo otros tres años, alrededor, de lucha. Quién sabe montar un combate de boxeo, si hay una buena oportunidad”, proyectó Marreta.
¿Mala fase?
En sus últimas seis peleas, Marreta salió con el brazo levantado solo una vez. Si los números indican una mala etapa, el luchador de Río de Janeiro resta importancia a las estadísticas exaltando el nivel de competencia enfrentado en los últimos años. Jon Jones, Glover Teixeira y Jamahal Hill -todos campeones o excampeones de la UFC- son algunos de los oponentes con los que Thiago midió fuerzas recientemente.
“La presión viene de mí, de mis entrenadores y de mi familia. No tengo ninguna presión (por una mala etapa), en mis últimas peleas solo enfrenté a los 5 mejores del mundo. Así que no es un demérito, solo luché con un excampeón o campeona. Y luché mucho con todos ellos, ninguno me pasó el auto. Así que no es un demérito. Ahora toca corregir los errores, mirar hacia adelante, tengo otra pelea dura el sábado”, evaluó el brasileño.
Este sábado (1ro), Marreta hará su debut con la PFL después de una década de servicio en la UFC. Ante Rob Wilkinson, vigente campeón del torneo del peso semicompleto de la liga, la intención del carioca es causar una buena primera impresión en la nueva organización.