En su última aparición en el octágono, Ciryl Gane no sufrió ningún tipo de conmoción cerebral y venció por nocaut a Sergey Spivak con facilidad. Pero si en el ámbito deportivo el francés tuvo una noche tranquila, no se puede decir lo mismo en el ámbito personal. Después de todo, la casa del excampeón interino del peso pesado del UFC fue invadida y robada durante UFC París. Unas dos semanas después del susto, ‘Bon Gamin’ recordó el drama que vivió el pasado 2 de septiembre.
En una reciente aparición en el programa ‘The MMA Hour’, Gane reveló que ninguno de sus familiares se encontraba en su casa en el momento del robo. Sin embargo, el peso pesado admite que su esposa, la primera en percatarse de la agresión, todavía sufre por el episodio. Se estima que el luchador francés sufrió una pérdida de alrededor de 800.000 reales debido al robo de joyas y relojes de lujo.
“No es sólo en mi país, tenemos esto en todo el mundo. Pero en mi país todo el mundo habla de MMA en Francia y saben cuánto gano. Él (el ladrón) hizo un buen trabajo, porque esperó hasta la última pelea, esperó hasta la noche y vino a mi casa e hizo algunas cosas. Muchas cosas (fueron robadas). No me concentré (en cuánto). Pero fue mucho. Mi esposa fue la primera en darse cuenta, porque lo robó alrededor de las 8 de la noche. Cuando regresó, encontró el caos en casa. Pero se lo guardó para sí misma y luego, cuando nos fuimos a la cama después de la pelea, me lo dijo, lamentablemente. Pero ella hizo un gran trabajo, porque yo no sabía nada antes de la pelea. Esto podría ser muy traumatizante para los niños si lo hubieran visto. Puedes salir lastimado, no es nada divertido. Mi esposa tiene algunos (efectos) del trauma, pero está bien”, recordó Gane.
Vigilando el cinturón
Después de recuperarse con estilo de su derrota ante Jon Jones en UFC París, Gane ahora centra su atención en una posible nueva oportunidad de luchar por el título del peso pesado. Número uno del ranking de la categoría, el francés incluso habló de enfrentarse a competidores directos como Tom Aspinall y Sergei Pavlovich antes de la deseada ‘oportunidad por el título’.