El peso pesado es una categoría que apenas presenta novedades en términos competitivos, pero, poco a poco, el escenario cambia. Actualmente, la división tiene interesantes promesas y una de ellas se consolidó en UFC 256, evento celebrado el pasado sábado (12), en Las Vegas (EE.UU.). Ciryl Gane noqueó al brasileño Junior ‘Cigano’ y cambió el nivel del evento, convirtiéndose en una amenaza real para los otros luchadores importantes de la división, lo que lo coloca en un curso de colisión con ellos.
En una rueda de prensa posterior al show, Gane contuvo su entusiasmo por el buen resultado y optó por no pedir peleas. Sin embargo, el francés se puso a disposición de la organización para enfrentarse a cualquier deportista, salvo al temido Francis Ngannou. El peleador explicó que tiene una buena relación con el camerunés y, si la empresa está interesada en realizar la pelea, pidió posponer los planes hasta que sea posible una disputa por el cinturón entre ellos.
“No voy a desafiar a nadie. Lucho contra cualquiera, en cualquier lugar. Solo quiero hacer mi trabajo. Creo que si la UFC hace eso (programar una pelea contra Ngannou), lo hará por el cinturón. Somos de la misma academia, tenemos el mismo entrenador”, dijo Gane.
Aún sin tener tanta experiencia en MMA, Ciryl Gane, de 30 años, es nombrado por los medios especializados que cubren el deporte como uno de los principales nombres de la renovación en el peso pesado. El francés tiene siete peleas en MMA, se mantiene invicto y solo uno de sus triunfos fue por decisión de los jueces. El debut del luchador en la UFC ocurrió en 2019 y, de momento, ocupa el puesto 14 en el ranking de la categoría.