Siempre polémico en sus declaraciones y posturas, Sean Strickland se ha convertido -desde hace un tiempo- en una de las figuras que más dividen opiniones en el mundo de las peleas actuales. Y ni siquiera los más cercanos al excampeón de UFC parecen tolerar la personalidad ‘bocazas’ en algunas ocasiones.
El peso mediano (185 lb), Chris Curtis, por ejemplo, ya ha dejado claro que, a pesar de su relación amistosa, los dos tienen opiniones tan divergentes que a veces acaban peleando. En la jornada de prensa de UFC Vegas 101, el pasado miércoles (8), el luchador estadounidense incluso reveló que, en un reciente desacuerdo entre ellos, los dos casi llegaron a las manos en el gimnasio ‘Xtreme Couture’, donde ambos son compañeros de entrenamiento, y se amenzaron durante la discusión.
“Conoces la personalidad de Sean. He estado en esto durante unos diez años y ha habido momentos en los que me he planteado golpearlo con un ladrillo. No estoy bromeando. Le dije: ‘Hermano, te voy a golpear con un maldito ladrillo’. No me importa adónde vaya. Esta vez también terminó en una pelea, estábamos a punto de pelear y todo el gimnasio decía: ‘¿De verdad van a hacer esto?’. Estábamos a punto de arriesgarnos y yo amenazaba con lisiarlo antes de que se enfrentara a Dricus (du Plessis). Yo estaba como, ‘Te voy a paralizar’. Nos salimos de control”, dijo Curtis.
Compromisos de la UFC
En el ámbito deportivo, Chris y Sean tienen importantes compromisos por delante. Este sábado (11), Curtis se enfrentará al ruso Roman Kopylov en la cartelera de UFC Vegas 101. Por su parte, Strickland intentará recuperar el cinturón de peso mediano de la organización el 9 de febrero, en la edición 312, en una revancha contra el sudafricano Dricus du Plessis, que ya le ganó el año pasado.