Para Cheyanne Vlismas, el instinto maternal prevaleció sobre su sueño de alcanzar la cima de su carrera como luchadora. Recién cumplidos los 30, la peso paja de UFC (125 lb) decidió poner fin a su carrera de MMA para dedicarse por completo a la maternidad.
La propia luchadora estadounidense anunció su retiro a través de su perfil oficial de Instagram. En la publicación, Cheyanne destacó su deseo de priorizar a sus dos hijos de ahora en adelante, sin tener que dividir su atención en su rutina deportiva, pero reconoció que fue una decisión difícil.
«A partir de hoy, me jubilo oficialmente. Esta decisión me pesa mucho. Pero es algo que debo hacer. Por difícil que sea, porque me encanta luchar con todo mi corazón, mis hijos siempre serán lo primero. No he alcanzado todos mis sueños, pero he llegado al máximo nivel, y ahora he decidido darlo todo para ser madre. Espero que algún día mis hijos sepan que su madre lo dio todo para ser lo mejor posible para ellos, porque esta despedida no es fácil para mí», dijo Cheyanne Vlismas.
Fin de una carrera prometedora
Antes de priorizar su rol como madre, Cheyanne Vlismas era vista como una prometedora luchadora de MMA. Contratada por UFC tras destacar en el programa ‘Contender Series’ en 2020, la estadounidense culmina su carrera en la organización más grande del mundo con dos victorias (sobre Glória de Paula y Mallory Martin) y dos derrotas, además de dos bonificaciones por rendimiento. La peso paja deja el deporte con un récord de siete victorias y tres derrotas como profesional.
Vea la declaración completa de Cheyanne Vlismas:
A partir de hoy, estoy oficialmente jubilada. Esta decisión me pesa mucho. Pero es algo que debo hacer. Después de tener a mi segundo hijo, tengo muy poco tiempo. No puedo dedicarme al 100% a mi entrenamiento sin dedicarme menos a mis bebés.
Esta decisión llega cuando elijo ser el tipo de padres que desearía haber tenido de pequeña. Por difícil que sea, porque me encanta luchar con todo mi corazón, mis hijos siempre serán lo primero.
Sé que soy joven y podría volver, pero mi decisión se redujo a: ¿Puedo dejar a mis hijos dos meses para un campamento de entrenamiento? Simplemente no puedo.
Gracias a todos mis entrenadores a lo largo de los años, quienes siempre han estado ahí para mí. Y lo más importante, a mi familia, y gracias también a Mick Maynard y a la UFC. Este fue un sueño hecho realidad. No pude alcanzar todos mis sueños, pero llegué al máximo nivel, y ahora he decidido darlo todo para ser madre.
Y por último, gracias a todos mis fans. Espero que algún día mis hijos sepan que su madre lo dio todo para ser lo mejor posible para ellos, porque esta despedida no es fácil para mí.