El pasado sábado (16), Charles Oliveira se recuperó de la derrota sufrida en abril ante Arman Tsarukyan y se acercó a una pelea por el título entre los pesos ligeros (155 lb). ‘Co-evento principal’ de UFC 309, en Nueva York (EE.UU.), ‘Do Bronx’ venció de manera dominante a Michael Chandler en la revancha entre ambos. Y la actuación del excampeón brasileño se volvió aún más impresionante con la más reciente revelación hecha por él mismo. Durante la preparación para la pelea contra el estadounidense, el especialista en jiu-jitsu se lesionó la rodilla derecha.
En una transmisión en vivo promovida por el canal Ag Fight este lunes (18), Charles reveló detalles de su lesión. Durante toda la concentración, el brasileño se lesionó los ligamentos de la rodilla derecha. La condición incluso hizo que Do Bronx considerara retirarse del evento. Al no poder entrenar, el brasileño recurrió al culturismo para mantener su cuerpo activo. Y, aún sin una preparación adecuada, el peso ligero del ‘Chute Boxe Diego Lima‘ optó por quedarse en el encuentro y se vio recompensado con un resultado positivo.
«Soy un chico con mucha fe, mi intimidad con Dios es enorme. No quería hablar de eso. Pero tuve una lesión en la rodilla derecha. Me torcí los ligamentos. Tuve que estar de baja entre dos y seis semanas, sin entrenar. Fue un mes más o menos de mucho sufrimiento, mucho llanto, mucho apego a Dios. Le pregunté a mi esposa qué pensaba, si tenía que ir (pelear) o no. No quería dejar la pelea. Intenté entrenar y dejé el entrenamiento, porque no soportaba pisar, no podía moverme . Luego me metí en el culturismo y todos decían que lo hacía para fortalecerme para la pelea con Chandler. Entonces pensé: ‘Está bien, que la gente piense eso’. Pero en realidad era lo único que podía hacer. Todos los días después del entrenamiento, por la noche, sentía mucho dolor, se me hinchaba la rodilla. No entrené adecuadamente», recordó el brasileño.
Noche de juicio
Además de la lesión que batalló incluso antes de entrar al octágono, Charles tuvo que superar una serie de irregularidades que sufrió Chandler durante la pelea del sábado pasado. A lo largo del duelo, el estadounidense propinó un puñetazo al brasileño en el ojo, se sujetó a la barandilla para intentar evitar caídas, agarró el guante para impedir que Bronx avanzara en el suelo y asestó una andanada de puñetazos en la nuca de su rival. Incluso quejándose de las situaciones, el excampeón no vio al árbitro intervenir para castigar o aconsejar a su oponente. Pero, al final, el mejor finalizador en la historia de UFC prevaleció y ganó por decisión unánime de los jueces.