Inicialmente programado para encabezar la pelea en UFC Río el 11 de octubre, Charles «Do Bronx» Oliveira permanece sin oponente confirmado tras la lesión de Rafael Fiziev. Mientras la compañía busca entre bastidores un nuevo nombre para encabezar la pelea, el brasileño expresó su irritación con la actitud de algunos atletas que, según él, dicen estar listos en redes sociales, pero rechazan la pelea cuando se les contacta oficialmente.
En una diatriba publicada en sus historias de Instagram, el excampeón de peso ligero (155 lb) criticó duramente a los peleadores que, según él, intentan generar publicidad usando su nombre. Sin embargo, al ser contactados por la liga, no mantienen la misma actitud tras bambalinas.
«No se dejen engañar por esas tonterías que dicen: ‘Ay, voy, voy’. Porque UFC está ahí, y todos dicen: ‘No hay tiempo para dar el peso’, ‘No puedo’. Así que olvídense de publicar en internet para generar expectación. Olvídenlo, porque la cosa se está poniendo fea. Vi a alguien publicando algo, a alguien más diciendo algo… Pero cuando UFC llama, ¿qué dicen? ‘No puedo. Me duele el estómago, me rompí el dedo, me lastimé la mano'», declaró.
«Así que dejen de decir tonterías, es horrible. Quiero pelear en UFC Río. Pedí esta pelea. Mi oponente se lesionó, luego aparecieron unos diez más diciendo que aceptarían, y hasta ahora, cada vez que la UFC llama, dicen que no es posible. Paren con esto, es horrible. ¿Quieren ser famosos? Dedíquense a otra cosa. No sigan diciendo que quieren pelear conmigo, cuando eso es mentira», concluyó el paulista.
¿Opciones?
El brasileño Renato Moicano ya se ha ofrecido a reemplazar a Fiziev, mientras que Benoit Saint Denis, quien había expresado interés en la pelea, ha declinado oficialmente. Según el representante del francés, este no aceptará el reto, a pesar de sus declaraciones públicas tras su victoria sobre Mauricio Ruffy en UFC París.
Hasta el momento, la organización no ha confirmado un nuevo oponente para Charles Oliveira. Internamente, la intención es mantenerlo en la cartelera de Río de Janeiro, especialmente dada su fuerte conexión con la afición brasileña y la importancia de su presencia en un evento en el país.