Detenido la pasada semana por cargos de violencia doméstica contra su esposa y luego liberado bajo fianza, Chuck Liddell, ex campeón y miembro del Salón de la Fama de la UFC, no necesitará responder al caso en la corte de Estados Unidos. Debido a la “falta de pruebas suficientes”, el Fiscal General de Los Ángeles decidió no continuar con el proceso y la información fue publicada inicialmente por el portal web ‘TMZ Sports’.
Según documentos oficiales obtenidos por la publicación, la hija de la pareja indicó a los fiscales que fue testigo de cómo sus padres se empujaban entre sí. Liddell tenía marcas rojas en la cara y el pecho, mientras que su esposa, Heidi Northcott, no tenía daños aparentes. Tras escuchar a la pareja y a su hija, las autoridades concluyeron que probablemente ambas tuvieron una discusión, que se tornó física, aunque leve y sin repercusiones graves para ambas, por lo que optaron por no continuar con el proceso.
Luego de ser liberado de la cárcel bajo fianza -por un valor de 20 mil dólares- Liddell habló sobre lo sucedido en sus redes sociales y afirmó haber sido la víctima en el caso, además de afirmar que él mismo estuvo disponible para ser detenido, como forma de encubrir un presunto problema de salud mental que afecta a su familia. El pasado viernes (15), el veterano solicitó el divorcio tras estar juntos por más de diez años.
