El resultado más impactante de los 12 combates disputados en UFC 296, el pasado sábado (16), en Las Vegas (EE.UU.), fue sin duda el choque entre Bryce Mitchell y Josh Emmett. Elegido en el último minuto para sustituir al lesionado Giga Chikadze, el joven estadounidense fue brutalmente noqueado por su compatriota. Y, curiosamente, incluso después de ir a la lona, ’Thug Nasty’ aparentemente tiene motivos para agradecer a su oponente por la ocasión.
Tras caer inconsciente tras recibir un potente puñetazo de Emmett, en el primer round, Mitchell vio a su rival interrumpir la secuencia de golpes y alejarse al verlo noqueado. La actitud fue elogiada por el deportista, quien admitió que incluso podría haber muerto si Emmett seguía golpeándolo mientras estaba inconsciente en el suelo.
A pesar del ‘fair play’, los daños causados a ‘Thug Nasty’ asustaron al público presente en el ‘T-Mobile Arena’, que vitoreó al verlo, poco a poco, recobrar el sentido dentro del octágono.
“Quiero que todos sepan que estoy muy feliz con Josh Emmett. Inmediatamente después de noquearme, podría haber continuado con mazos y probablemente me habría matado. Ni siquiera dio seguimiento a nada. Simplemente, estaba contento con su nocaut y se fue. Y estoy muy agradecido por eso. Recordaré esto para siempre. Gracias por no pegarme más, Josh. Dios te bendiga hermano”, destacó Bryce Mitchell, a través de sus redes sociales.
El nocaut confirma la inestabilidad de Bryce Mitchell
El nocaut sufrido en UFC 296, el primero de su carrera, confirma el momento turbulento de Bryce Mitchell en las MMA. Después de emerger invicto en el deporte y debutar en UFC en 2018, logrando seis victorias consecutivas con su lucha por encima del promedio, el estadounidense vio su impulso frenado y perdió dos de sus últimas tres peleas en la compañía encabezada por Dana White, dejándolo con un récord de 16-2 como profesional.
