No todo lo que piensas se puede decir abiertamente, especialmente si eres una figura pública y tu opinión puede, de alguna manera, perjudicarte profesionalmente. Por lo tanto, se evitan muchos temas más controvertidos en el entorno laboral. Este fue el caso de la interacción entre el locutor Bruce Buffer y el luchador Damir Hadzovic, en un evento de la UFC realizado en República Checa, en febrero de 2019.
En la ocasión, Hadzovic noqueó a Marco Polo Reyes, quien estuvo mucho tiempo recuperándose en el suelo. Al presenciar la escena, el bosnio se acercó a Bruce Buffer, quien ya había ingresado al octágono para prepararse para el anuncio del resultado oficial de la pelea, y dejó en claro que no creía que a los peleadores de la UFC se les pagara de manera justa. Inmediatamente, el locutor oficial de la compañía estuvo de acuerdo con el atleta.
Sin embargo, unos segundos después, el experimentado profesional y le aconsejó a Hadzovic que no hablara del tema durante su entrevista posterior a la victoria. Este momento, ocurrido durante un receso en la transmisión oficial del programa, fue captado y publicado por un usuario de ‘Twitter’ (@DovySimuMMA) recientemente en la red social. Esto solo fue posible porque en el UFC Fight Pass, la plataforma de streaming de la entidad, todas las peleas y eventos tienen sus imágenes completas, sin cortes comerciales.
“No nos pagan lo suficiente para hacer esta mi****”, le susurró Hadzovic a Buffer.
“Lo sé, lo sé, lo sé… Cuando ves a alguien (Polo Reyes) así. (…) Simplemente no digas eso en la entrevista, ¿de acuerdo?”, respondió Buffer.
El luchador captó el mensaje y dijo que no hablaría del tema porque buscaba un bono de desempeño. Al escuchar la respuesta del bosnio, Buffer lo apoyó y dijo que esperaba que lograra el objetivo, que no terminó de llegar al final del evento.
En la entrevista posterior a la pelea, Damir Hadzovic realmente no tocó el tema de los salarios insuficientes, en su opinión. Sin embargo, el deportista confesó que se sintió mal por ver a un compañero de profesión sufrir un daño tan severo.