La grave crisis mundial causada por la pandemia del nuevo coronavirus afecta, además de la salud, la economía de los países y, en consecuencia, de su población. En Brasil, la tasa de desempleo tiende a aumentar, especialmente con la pérdida financiera que las empresas medianas y pequeñas sufrirán por el impacto de cerrar sus negocios durante la cuarentena de COVID-19. Además, los más de 38 millones de brasileños que trabajan en el sector informal también sufren las dificultades impuestas por este momento atípico. Para mitigar el impacto en los más necesitados en este período, varias celebridades, incluidos los deportistas, de todo el planeta se están movilizando para recaudar fondos destinados a la compra y distribución de alimentos básicos para esta porción menos favorecida de la población, y uno de los mejores deportistas de la historia del país es el nombre más nuevo en ingresar a la cadena.
El domingo pasado (5), Acelino ‘Popó’ Freitas, cuatro veces campeón mundial de boxeo en dos categorías diferentes, anunció, a través de su cuenta oficial en Instagram, la subasta de uno de sus cinturones para recoger fondos que se utilizarán para comprar canastas de alimentos básicos para los pobres en Salvador, Bahía. El cinturón elegido fue el de campeón mundial súper pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), ganado en enero de 2002, con un triunfo sobre el cubano Joel Casamayor, en Las Vegas (EE.UU.).
En una entrevista exclusiva al informe de Ag. Fight, ‘Popó’ reveló que, incluso después de hacer donaciones usando el dinero de su propio bolsillo, sintió la necesidad de hacer algo más para ayudar a las personas más necesitadas. De origen humilde, el ex boxeador aún recuerda las dificultades que atravesó y cuán desafiante puede ser el sentimiento negativo de no tener nada para comer. Por esta razón, el bahiano decidió renunciar a uno de sus mayores trofeos para tratar de aliviar el hambre de quienes viven en la pobreza. La elección de este cinturón específico no fue al azar, según él, y es considerado por Acelino como un retorno para el pueblo brasileño.
“He pasado por esto, de no tener nada para comer en casa. Sabemos más o menos lo que significa estar en el lugar de estas personas. Muchas personas en el mercado informal, que no tienen a dónde correr, no tienen a quién recurrir. Estas personas están sin trabajo, la persona que vende paletas, agua, cerveza, agua de coco. Y también las comunidades muy necesitadas aquí en Salvador. Entonces, pensé: ‘¿Cómo puedo ayudar?’ He hecho una parte, sacándola de mi bolsillo, ya he donado casi 300 canastas básicas, gel de alcohol, alcohol, verduras. Ya hice mi parte, pero luego pensé: ‘¿Qué más puedo hacer?’ Entonces, dije: ‘Voy a subastar un cinturón mío para recaudar más dinero y comprar más canastas básicas’. Cuando estamos enfermos, tomamos medicamentos y nos curamos, pero el hambre es complicada. No tenemos comida hoy y no sabemos si la tendremos mañana. Me conmovió mucho. Es un cinturón que era muy costoso para mí, en términos de salud, en términos de fuerza, determinación. Hubo 45 puntos en la cara, fue una pelea de 12 asaltos con Joel Casamayor. Fue una pelea muy dura y tiene un sabor de batalla, y sé que hay muchas personas que luchan por sobrevivir. El peso de ganarlo es el peso de lo que la gente está pasando en esta pandemia”, dijo Popó, antes de completar.
“No estoy apegado a las cosas materiales. Para que tengas una idea, el primer cinturón, para mí, tiene un sabor más especial porque cuando gané el primer cinturón de la OMB fue que pagué por mi casa, fue cuando terminó el ayuno de 25 años sin un título mundial (por Brasil), fue el cambio de mi vida, mi familia, todos. Y el cinturón de la AMB, que es un título súper importante, que ha existido durante muchos años, estaba dirigido precisamente a este lado de la familia, de la guerra, de la lucha, de la sangre para sobrevivir. Esto me hizo creer que este sería el cinturón ideal para la subasta. Este cinturón nos representa a todos los brasileños. De hecho, no se lo doy, se lo devuelvo a Brasil. Cuando gané, no gané para mí, gané para Brasil, luché por ti, volví a casa después de la pelea, no me quedé a caminar. Regresé a comer mis frijoles, hablé de Brasil, Bahia, dije que este cinturón era nuestro. Entonces, es algo que estoy devolviendo, de hecho”, explicó el ex boxeador bahiano.
Con tres días desde que comenzó la subasta con la oferta mínima inicial de R $20,000 (aproximadamente 4 mil dólares), Popó dice que la más alta hasta ahora ha venido de una persona de Florianópolis, por la cantidad de R$45,000 (9 mil dólares). Hasta el domingo, la fecha fijada para el final de la puja, el bahiano espera nuevas propuestas para el artículo, pero proyecta que con la cantidad actual ya podría comprar más de una tonelada de alimentos para distribuir a la población necesitada. A pesar del optimismo sobre la buena acción, el ex boxeador advierte sobre la necesidad de un mayor rigor por parte de las autoridades gubernamentales con respecto a la prohibición del movimiento de personas en las calles, lo que aumenta exponencialmente el peligro de contagio de COVID-19.
“Creo que las autoridades deberían tomar decisiones más drásticas y firmes. Hay países donde las personas pagan multas de 2.000 euros si se van de casa. El foco principal de la proliferación de la pandemia somos nosotros en las calles, por lo que creo que debemos crear conciencia y mover nuestros bolsillos. La tasa de accidentes de tráfico disminuyó después de que comenzamos a ponernos los radares y juguetear con los bolsillos de las personas. Lo mismo para la política de tolerancia cero para aquellos que son sorprendidos manejando ebrios, también tocaron el bolsillo. Creo que así los brasileños se vuelven más conscientes. Porque lo que está en juego es la vida de las personas. Tienes que hacer que la gente sepa que el negocio es serio, no es broma. Y cuando llegue a la periferia, ¿cómo será? Con una vida normal, el sistema de salud pública ya es terrible, imagina con tal pandemia. ¿Cómo vamos a aguantar la ola de estas personas? ¿Seremos como Italia, con ataúdes en las calles y familias que ni siquiera podrán despedirse? Desafortunadamente, las personas no se están dando cuenta, no hay una dimensión de lo que es esta enfermedad. La gente me pregunta: ‘Ah Popó, ¿cómo puedo ayudar? No tengo dinero’. Y yo respondo: ‘¿Quieres ayudarme? Quédate en casa. Es la mejor ayuda que me pueden dar’”, concluyó ‘Popó’, quien también tiene experiencia como diputado federal.
Como boxeador profesional, Acelino ‘Popó’ Freitas fue campeón mundial súper pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB), y dos veces campeón mundial de peso ligero de la OMB. Retirado oficialmente desde 2017, el bahiano acumula 41 victorias, 34 por nocaut y dos derrotas en su cartel.
