El excampeón de UFC, BJ Penn quedó arrestado el domingo pasado (25) en Hawái después de un incidente doméstico que resultó en cargos de contacto físico ofensivo contra un miembro de la familia. Según los registros oficiales, el peleador, de 46 años, quedó detenido en su casa por agentes de policía y liberado tras pagar una fianza de 2.000 dólares. La audiencia judicial está programada para este martes (27).
La detención se produce en medio de un período convulso en la vida personal del exdeportista, marcado por publicaciones en las redes sociales en las que acusa a familiares e incluso figuras públicas de «impostores» enviados por agentes del gobierno con el objetivo de apoderarse de su herencia. En un video publicado antes del arresto, el hawaiano aparece acostado en una cama, rodeado de oficiales de policía, cuestionando el motivo de la acción y afirmando ser víctima de una conspiración.
Jubilación problemática
Una leyenda de MMA, Penn hizo historia al ganar cinturones en dos categorías diferentes en UFC: peso ligero (155 lb) y peso welter (170 lb). Retirado oficialmente desde 2019, el expeleador, sin embargo, ha sido protagonista de una serie de polémicas fuera del octágono, incluyendo peleas en bares -que culminaron con su despido de la UFC- y otros hechos que involucran a la policía.
Las recientes declaraciones y el comportamiento errático del excampeón han reavivado los debates sobre los efectos de los traumatismos cerebrales y los desafíos que enfrentan los atletas de élite después del final de sus carreras. Según el portal ‘MMA UK’, los expertos señalan que los síntomas presentados pueden indicar una afección psiquiátrica grave, como el síndrome de Capgras, aunque hasta el momento no hay confirmación médica.
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