Actuando durante casi un año en el peso mosca (125 lb), Jéssica Andrade nunca descartó un posible regreso al peso paja (115 lb), donde reinó como campeona entre mayo y agosto de 2019. Y, al parecer, esta posibilidad es realmente parte de los planes de la brasileña. Incluso con una cita programada para enfrentar a Cynthia Calvillo este sábado (25), por la cartelera principal del UFC 266, en Las Vegas (EE.UU.), ‘Bate-Estaca’ ya prevé un nuevo desafío en la categoría donde tuvo su momento más destacado en la liga.
A pesar de seguir ocupando el puesto número uno en el ranking de peso mosca de la UFC y perder ante la campeona Valentina Shevchenko, en una disputa por el título de categoría en abril pasado, Jéssica reconoce que una victoria sobre Cynthia Calvillo este sábado puede no ser suficiente para garantizarle un nuevo chance por el título. Por lo tanto, ‘Bate-Estaca’, en una entrevista exclusiva con Ag Fight, indicó que debería pedirle a la organización una oportunidad para regresar a la división paja, donde tiene la intención de desafiar a viejas conocidas.
Con el cinturón de peso paja en disputa nuevamente en el enfrentamiento entre Rose Namajunas y Zhang Weili, confirmado para el 6 de noviembre, en UFC 268, la brasileña planea desafiar a la ganadora del combate, con el objetivo de recuperar el título divisional de las 115 lb. Vale recordar que Jéssica ya se ha enfrentado a las dos atletas en el pasado y, con eso, puede usar su historia como ‘arma’ para intentar convencer a la UFC. Otra opción planteada por la atleta del equipo ‘PRVT’ fue una posible pelea eliminatoria contra Carla Esparza, considerada por muchos como la siguiente en la carrera por una ‘oportunidad por el título’ en la categoría.
“Lo dejé abierto para ellos (UFC). Si quisieran darme la oportunidad de pelear en 115 (lb), pelearía, y en 125 (lb) también. Y mi pensamiento es: vencer a Cynthia Calvillo y pedir una trilogía con Rose Namajunas, o una revancha con Zhang Weili. Van a pelear ahora y creo que sería algo muy interesante en mi carrera. Por supuesto que está Carla Esparza, que está en camino. (Ella) ha estado en la fila durante mucho tiempo, esperando tener esta oportunidad de luchar por el cinturón. Entonces, pediría esta pelea (contra Rose o Zhang), y si Carla Esparza pensaba que era malo, haría una pelea con ella, y quien ganara tendría la oportunidad de pelear por el cinturón (peso de paja)”, proyectó ‘Bate-Estaca’, antes de analizar su situación en el peso mosca.
“Con 125 (lb), creo que la UFC no me daría esta revancha (contra Valentina Shevchenko) tan pronto. Aunque soy el top 1 (en la categoría). Creo que pondrían una pelea contra Jennifer Maia o una de las 5 mejores (del peso mosca), y quien ganara tendría la oportunidad de pelear por el cinturón con Valentina. Creo que eso es lo que haría la UFC. Pero mi pedido será diferente (risas)”, concluyó el excampeona de peso paja de la UFC.
Para que su solicitud sea concedida por la UFC, Jéssica primero debe vencer a Cynthia Calvillo este sábado, en una pelea válida por el peso mosca, en la cartelera principal de la edición número 266, con sede en Las Vegas. Al igual que la brasileña, que viene de una derrota ante Valentina Shevchenko, la estadounidense también sufrió un revés en su última aparición, en una disputa contra su compatriota Katlyn Chookagian, en noviembre del año pasado.
Pasando por Calvillo y convenciendo a la UFC de que merece enfrentarse a la ganadora de la disputa entre Rose Namajunas y Zhang Weili, Jéssica Andrade volverá a estar cara a cara con una vieja conocida, independientemente del resultado del duelo del 6 de noviembre. En mayo de 2019, ‘Bate-Estaca’ noqueó a Namajunas, al aplicar el golpe que le valió su apodo, y ganó el cinturón en una edición celebrada en Río de Janeiro (RJ).
En su primera defensa del título, la atleta ‘PRVT’ no pudo frenar el impulso de la china, que, peleando en casa, se llevó el cinturón de la brasileña. Posteriormente, nuevamente frente a Namajunas, Jessica se vio superada en la decisión dividida de los jueces, en julio del año pasado, en la pelea que marcó la despedida -al menos momentánea- de ‘Bate-Estaca’ de la división paja.
