Entrevistas
Aun lesionada por detener a ladrón, Polyana Viana revela conversación emotiva con Dana White
-
por
Redação Ag. Fight
Polyana Viana pasó por una situación al menos inusual a principios del año: el 7 de enero, su nombre entro en los titulares del mundo entero al detener a un hombre que intentó asaltarla. A principios de marzo, tras ser derrotada por Hannah Cifers en el UFC 235, se sorprendió con la reacción amable del tantas veces duro Dana White, presidente de Ultimate, que calmó su llanto y le prometió la renovación de su contrato con la liga.
En entrevista exclusiva a Ag. Fight este martes (7), en Río de Janeiro, donde participó en una sesión de autógrafos y fotos con fans, la peso paja (52 kg) contó detalles de su preparación para el combate contra Cifers . La ‘Dama de hierro’ relató que entró en el octágono con diversas lesiones -incluyendo una sufrida al golpear al asaltante- y sin la convicción y la firmeza que le gustaría.
«Hombre, creo, de verdad, que me faltó confianza. Yo hice todo el campamento lesionada. No es excusa, pero hice todo el campamento lesionada. Yo estaba con el dedo lesionado por el ladrón, hasta hoy está lesionado, y ya estoy haciendo fisioterapia. Todavía me lastimé las dos rodillas y desgarre la ingle. Y yo estaba sintiendo un dolor en la espalda muy extraño. Yo no sabía explicarlo, porque el dolor vino el fin de semana, yo estando acostada. No estaba en medio del entrenamiento. Yo no tenía confianza, tanto en los entrenamientos y en la pelea. Yo tenía miedo de entrar y que me doliera la ingle, entrar y cansarme, como sucedió en la otra pelea (contra JJ Aldrich, en octubre de 2018), entonces yo estaba sin una pizca de confianza. Creo que fue lo que me faltó», reconoció.
Viana reveló que la serie de lesiones minó su fuerza mental para el duelo contra Cifers. Como dijo, al llegar a American Top Team en la parte final de su preparación, ella ya tenía el dedo y una de las rodillas lesionada. Y en los primeros tres días en la academia norteamericana, se sintió la otra rodilla y la ingle. Aunque Polyana cree que no necesitará hacer alguna operación para corregir las lesiones, los dolores en la mano la preocupan.
«Yo creo que no la necesito, todavía no he ido a mi médico para ver si voy a necesitar una cirugía. Por la mañana, ayer (lunes), en el entrenamiento, fui a hacer posición, fui a sentarme encima de las piernas, y necesite volver a sentarme de nuevo, porque sentí la molestia (en la rodilla), y el dedo voy a tener que ver lo que es, porque nunca dejó de dolerme, peleé con él (el ladrón) me lesione. En el primer golpe que le di, lo sentí en el dedo. ¡El primero! Y está lesionado hasta hoy. Creo que fue porque conecté el hueso de su cara y yo no estoy acostumbrada a dar golpes sin guante», afirmó.
La ‘Dama de hierro’ aún relató el curioso encuentro con Dana White luego de salir del octágono en el UFC 235. Muy triste por el revés, la brasileña se encontró, con aquel que podría descartarla de la organización, un gesto de cariño. La reacción afectuosa no sólo le dio fuerza a Polyana sino también hizo que ella se sintiera más a gusto en la conversación con el dirigente.
«Cuando terminó la pelea, gracias a Dios, el jefe (Dana) me llamó en la sala y dijo: ‘Me gustó mucho la pelea, nosotros vamos a renovar tu contrato, no llore’, y yo estaba de esa forma, toda emotiva, lloré (…) Y él: ‘Me gustó mucho tu pelea, no estés triste’ y me abrazó, incluso, hablé con él ayer, porque yo soy metida, ¿no? (Risas) Envíen un mensaje: ‘¿Y entonces, jefe, va a venir al UFC?’ «Ahí él: ‘Caramba, en este no voy a poder ir’, y mandó una carita triste, yo soy muy metida, hombre (risas)», bromeó.
Polyana Viana tiene 26 años y debutó en el UFC a principios de 2018, finalizando a Maia Kahaunaele-Stevenson con un mata-león. Hasta entonces, la brasileña tenía apenas una derrota, cuatro años antes. Después vinieron dos reveses. Ella considera que todavía está ganando experiencia en el MMA y que los resultados negativos son la carga de llegar a la mayor organización del mundo aun siendo joven. ¿Pero hacer qué, no?», Se resignó.