¿Cómo debería ser cruzar el océano para una pelea que ha estado preparando durante meses y entonces descubrir que el evento se llevaría a cabo en otro lugar o incluso se pospondría? Esa fue la frustración de la estadounidense Ashlee Evans-Smith, quien viajó a Londres para el evento de UFC que sucedería el próximo sábado (21). Al llegar allí, conoció la cancelación del evento debido a la restricción de las aglomeraciones en el Reino Unido para evitar la propagación de la pandemia mundial de coronavirus, noticia que sorprendió a la atleta. Posteriormente, con la cancelación del programa por parte de Ultimate, la peso mosca (57 kg) se fue sin pelea y sin retorno financiero.
En una conversación con MMA Fighting, Evans-Smith habló sobre la negligencia de la organización con los combatientes. La atleta, que registra marca de tres victorias y cuatro derrotas en el UFC, se enfrentaría a la inglesa Molly McCann. Sin embargo, después de los intentos de Dana White por reubicar el evento en los Estados Unidos, la pelea, la única razón por la que el estadounidense viajó al Reino Unido, fue cancelada.
“Quería competir. Necesito ganar dinero, poner comida en la mesa”, indicó Ashlee. “Creo que merecemos ese dinero, por decir lo menos. Yo, en particular, iba allí y arriesgaba mi salud. Estaba dispuesta a arriesgarme a ser puesta en cuarentena por luchar, participar, hacer el trabajo por ellos. Entonces, realmente espero que nos recompensen”.
«Sé que los luchadores (de Bellator 241) fueron recompensados (financieramente), pesaron», destacó la luchadora sobre el evento cancelado. «Realmente espero que UFC no haga trampa y diga: ‘Bueno, no alcanzaste tu peso o no te pesaste’. No estoy diciendo que van a hacer esto, pero tampoco voy a mantener altas las esperanzas”.
La luchadora reveló que recibió una llamada indicando que el evento cambiaría su ubicación y que debía regresar a los Estados Unidos. A pesar de esto, apuntó que su oponente no recibió el tratamiento que se esperaba de la organización. Según los informes, McCann señaló que se enteró de la determinación de UFC cuando observó un video publicado por la estadounidense hablando sobre la situación.
“Ella es una buena chica. Hablamos mucho sobre la basura que es. Los dos todavía queremos pelear entre nosotros. Ese es el espíritu deportivo. Pelearemos algún día, pero mientras tanto, estaremos sanos, seguros y se nos pagará por el trabajo que hemos realizado hasta ahora”, detalló.
Sin embargo, UFC aún no ha determinado cuándo podria ocurrir esta pelea, especialmente con más y más restricciones para contener la dispersión del COVID-19. El Reino Unido, lugar de nacimiento de Molly, ya tiene 1954 casos confirmados, mientras que los Estados Unidos, donde nació Ashlee, se registraron 3536 infectados con la enfermedad.
