Ansioso por regresar a UFC, Davi Ramos revela solicitud para enfrentar a Edson Barboza

Lejos de los octágonos desde septiembre del año pasado, cuando fue derrotado por Islam Makhachev en UFC 242, Davi Ramos no puede esperar para pelear nuevamente. En una entrevista exclusiva con el informe de Ag.Fight, el peso ligero (70 kg) reveló que uno de sus objetivos este año es mantenerse lo más activo posible y es por eso que está buscando un nuevo oponente en Ultimate, aunque sin éxito hasta ahora.

Inicialmente enfocado en volver a competir en los primeros dos meses de 2020, Davi vio la posibilidad de pelear en casa – en UFC Brasilia, programada para el 14 de marzo, o en el evento de São Paulo, 9 de mayo – una oportunidad de reanudar el camino de las victorias frente a los aficionados brasileños. Sin embargo, hasta ahora, el peso ligero no ha tenido una respuesta positiva de la organización con respecto a su próximo compromiso. El carioca también reveló que sugirió algunos nombres de posibles oponentes en una situación similar a la suya para buscar una negociación, como la del compatriota Edson Barboza, quien también busca la recuperación después de ser derrotado por Paul Felder en su última presentación.

“He estado pidiendo pelear desde enero, pero es difícil conseguir un oponente. Incluso pedí pelear aquí en Brasil, sería genial pelear aquí, pero hasta ahora no han encontrado un oponente para mí. Me dijeron que hasta abril volveré (luchando), así que estoy esperando. Quiero pelear lo antes posible, estoy listo. No dejé de entrenar, solo me detuve un poco después de mi pelea porque me lesioné antes, y tuve que tomarme ese tiempo para recuperarme de la lesión. Pero luego continué entrenando duro, desde fines del año pasado, con el objetivo de pelear a principios de año, pero hasta ahora no ha habido una pelea. Estoy listo, sintiéndome bien, si alguna pelea cae, estoy listo para reemplazar”, dijo Davi Ramos, antes de continuar.

«Este año me enfoqué principalmente en hacer más peleas, tanto que para mí ya había peleado en enero. Es un año en el que quería hacer más peleas, pero cada vez es más difícil encontrar un oponente para pelear conmigo. Pero sería una buena opción pelear también en este evento de mayo en São Paulo, con el apoyo de los fanáticos brasileños. Le pregunté a mi gerente algunos nombres, y de ellos dependía decidir allí. Pero soy un empleado de UFC, pelearé con quien quiera que pongan frente a mí. No es que me falte el respeto a él, ni a ningún brasileño, pero pedí pelear contra Edson Barboza, o cualquiera que esté en el ranking y no tenga una pelea programada, como Al Iaquinta, Gregor Gillespie. Son atletas que vienen de la derrota, como yo, y creo que tendrían una gran pelea conmigo”, reveló el carioca.

Después de terminar una serie de cuatro victorias y acercarse a reclamar un lugar en la ocupada clasificación de la división de peso ligero de UFC, Davi fue superado por el duro Islam Makhachev en UFC 242, celebrado en Abu Dhabi, en septiembre del año pasado. El revés, sin embargo, trajo lecciones que el brasileño afirma haber aprendido. Una lesión en el pie unas semanas antes del evento casi lo sacó de la pelea contra el ruso, pero contra su equipo, el peso ligero entró en el octágono incluso debilitado. Según el luchador, que dejó ‘Team Nogueira’ por ‘Top Brother’, esta es una situación que sirvió como aprendizaje y no se repetirá en el futuro. Además, el carioca señaló la necesidad de volver a centrarse en su especialidad, el jiu-jitsu, para retomar el camino de las victorias en Ultimate.

“La primera lección que aprendí fue nunca más luchar contra el dolor. Había entrenado mucho para esta pelea, tenía mucha confianza, a pesar de que Makhachev era el tipo más sólido en la categoría, uno de los mejores en la división, incluso más que Khabib, pero no con el mismo ímpetu. Luché con todos mis entrenadores y maestros para poder pelear, y tres semanas antes de romperme el dedo del pie, donde no caminé durante una semana, pero no quería dejar la pelea. Y todos mis entrenadores, e incluso mi manager, me pidieron que dejara la pelea, y no lo acepté. Así que esta es la primera lección: nunca más lucharé lesionado, independientemente de si entrené, si me siento preparado o no”, aseguró Davi, antes de completar el razonamiento.

“La segunda lección es que necesitaba aprender a moverme más, creer más en mi lucha, en mi juego en solitario. Desde hace un año, mis peleas, incluso las que terminé, quería mostrar mi evolución permanente. Entonces, con esta pelea aprendí que tengo que creer más en mi juego de tierra, moverme más. Desde entonces, este ha sido el enfoque de mi entrenamiento: moverme más sobre mis pies para poder llegar a donde quiero, que es dejar la pelea y terminar en jiu-jitsu. Extendí el entrenamiento de lucha libre, traje a Antoine Joude, que es un atleta de lucha olímpica, para que me enseñe, para tirar de mi entrenamiento, aumenté la carga de trabajo del entrenamiento de lucha libre. Porque incluso si entreno boxeo y muay thai, necesito tener una buena lucha para poner en práctica mi jiu-jitsu, y eso es lo que tengo que hacer en mis próximas peleas», finalizó el luchador.

Con una exitosa carrera en jiu-jitsu y lucha, Davi Ramos se ha centrado en el MMA profesional desde 2016, a pesar de haber debutado en el deporte en 2010. En su cartel, el peso ligero acumula diez victorias, siete por sumisión y tres derrotas, todo en puntos.