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Amanda Ribas
Diego Ribas / Px Images

Entrevistas

Amanda Ribas explica decisión de competir en dos categorías en la UFC

La gran mayoría de las luchadoras de las MMA prefieren dedicarse a una sola categoría, pero Amanda Ribas decidió seguir el camino contrario, poniéndose a disposición de la UFC para competir en el peso paja, su división de origen, y el peso mosca. La decisión de la brasileña genera distintas opiniones, pues muchos sostienen que la idea podría terminar perjudicando el ascenso de su carrera. Sin embargo, la nacida en Minas Gerais, destacó que existe un propósito detrás de todo.

Tras tener un pasado en el judo, modalidad en la que incluso compartió con la selección brasileña, Ribas se acostumbró a competir con bastante frecuencia, algo que en las MMA, por diferentes motivos, es más difícil de repetir. La brasileña vio la posibilidad de competir en más de una categoría como una oportunidad para mantenerse lo más activa posible.

La temporada pasada, por ejemplo, Ribas subió solo una vez al octágono de la UFC, en mayo, cuando fue derrotada por Katlyn Chookagian. Posteriormente, una pelea cancelada a última hora contra Tracy Cortez, en diciembre, le impidió alcanzar su promedio de dos peleas al año. Frente a ese escenario, y aún ante la imprevisibilidad, la de Minas Gerais, debe mantener la decisión de estar disponible para competir en ambas categorías y, con eso, aumentar su oportunidad de competir.

“Lo importante, al menos para mí, como atleta es mantenerme activo. No solo en los entrenamientos, también en el campeonato. Porque es mi trabajo, me gusta pelear, me encanta pelear. Entonces, cuanto más luche, para mí, mejor. Sin lesión, sin ningún riesgo, tengo que luchar”, detalló Ribas en entrevista exclusiva con Ag. Fight.

Sin embargo, como se mencionó anteriormente, incluso con la posibilidad de trabajar en dos divisiones diferentes de peso, Ribas corre el riesgo de tener una baja frecuencia de peleas, como sucedió el pasado año. Para paliar una posible pérdida de ritmo de lucha, la minera reveló que trata, en lo posible, de emular el ambiente de competencia durante los entrenamientos en su propia academia, la ‘Familia Ribas’, comandada por su padre y entrenador, Marcelo Ribas.

“En el gimnasio tratamos de simularlo como si fuera una pelea también. Para no perder de verdad ese ritmo de competición. Claro que no coincide, pero tratamos de poner toda la presión, que es mucha, para tener siempre ese ritmo, esas mariposas en el estómago, y poder controlarlo, poder escuchar la voz del entrenador incluso con todo el ruido”, concluyó.

Después de casi diez meses sin pisar el octágono más famoso del mundo, Amanda Ribas volverá a la acción este sábado (4), en la cartelera UFC 285, en Las Vegas (EE.UU.). La luchadora de Minas Gerais medirá fuerzas con su compatriota Viviane Araújo, en una pelea válida para el peso mosca de la organización, categoría en la que ambas forman parte del top 15. En el ranking del peso paja de la UFC, ‘Amandinha’ actualmente ocupa un lugar en el top 10, más precisamente en el noveno lugar.

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