Ribas consigue la victoria por tercera vez en UFC y permanece invicta en la organización – Carlos Antunes
El cambio de oponente y la celebración del UFC Brasilia a puerta cerrada por el coronavirus, sumado a la victoria llenó de grandes emociones el debut de Amanda Ribas en Brasil para Ultimate. La minera, quien pelearía inialmente contra la estadounidense Paige VanZant, se enfrentó a Randa Markos el pasado sábado (14). El duelo de la categoría pes paja (52 kg) marcó el triunfo de la brasileña por decisión unánime de los jueces. Sin embargo, esto no significa que la victoria haya sido fácil, ya que la luchadora destacó que estaba sorprendida por el desempeño de la iraquí.
A pesar de la recomendación de evitar las aglomeraciones debido a la pandemia mundial covid-19, nada pareció afectar la felicidad de Ribas, la cual, directamente desde la playa de Ipanema, en Río de Janeiro, Brasil, envió un video al informe Ag.Fight. Este lunes, mientras se relajaba frente al mar, detalló su pelea contra Markos, en la que tuvo la ventaja durante las tres rondas y se fue sin ninguna lesión.
“Quería terminar la pelea más rápido, pero Randa es muy dura. Wow, ya me preparé para una atleta muy dura, pero ella me sorprendió demasiado. Escuché el sonido de mi codo golpeando su cabeza y ella ni siquiera mostró nada (risas). El ojo ni siquiera brillaba, no cerraba nada. Escuché su brazo romperse y ella continuó, se fue”, declaró la brasileña, quien, incluso sin obtener la sumisión, golpeó a Markos varias veces con los codos.
En la víspera de la pelea, en otra entrevista exclusiva para el informe Ag.Fight, Amanda asumió la felicidad de pelear en Brasil por primera vez desde que se convirtió en una atleta de UFC. La minera, quien se encontraba ansiosa por escuchar el famoso: «Uh, vas a morir» de la audiencia brasileña, así como por recibir la «caravana» de Varginha, su ciudad natal, no pudo contar con presencia de público debido a la reciente clasificación del coronavirus como pandemia por parte de la OMS (Organización Mundial de la Salud), motivo que llevó a realizar el evento a puerta cerrada.
“Me encantó pelear en Brasil, a pesar de que no había nadie allí en las gradas. Lo vi en los bares después, en los mensajes, todos viendo televisión. En el centro comercial que estaba cerca del hotel, mucha gente hablaba sobre la pelea”, destacó Amanda sobre la nueva experiencia. “Me encantó pelear en Brasil, me encantó, me encantó. No puedo esperar para pelear de nuevo, no solo aquí en Brasil que amaba, sino también fuera de Brasil porque amo pelear. Es lo que quiero para mi vida cada vez más”.
La luchadora de peso paja permanece invicta después de su tercera pelea en UFC, donde debutó en junio del pasado año cuando se presentó ante Emily Whitmire. Por lo tanto, las expectativas de la brasileña en Ultimate son altas, tanto por sus próximos oponentes como por la posibilidad de ascender en la categoría.
«Todavía quiero pelear contra Paige porque creo que será una pelea muy rentable, tanto para mí, para ella y para el UFC». Y podría ser 115 (libras, peso paja), 125 (libras, peso mosca), no me importa”, apuntó sobre su antiguo oponente para el UFC Brasilia. “Pero, en mi categoría, en la que quiero pelear hasta 115 (libras), es la ganadora de (la pelea de) Carla Esparza con Michelle Waterson. Creo que será una muy buena pelea porque ambos son muy difíciles y quiero un desafío mayor, ¿sabes? Quiero demostrar que puedo ser el mejor luchador de MMA del mundo en mi categoría”, declaró la atleta.
Entre los diez enfrentamientos en su carrera profesional, la luchadora de Minas Gerais ganó nueve de ellas tras competir profesionalmente desde 2014 siendo su único revés en el Jungle Fight 83 disputado en noviembre de 2015 contra Para de Polyana Viana.
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