Síguenos en

Entrevistas

Amanda Nunes culpa al campamento accidentado y un error de juicio por la derrota en la UFC

A casi dos meses de una de las mayores sorpresas en la historia del deporte, la comunidad luchística sigue buscando respuestas a lo ocurrido en el octágono del UFC 269, la noche del 11 de diciembre, en Las Vegas (EE.UU.), donde la estadounidense Julianna Peña sometió a la brasileña Amanda Nunes, ganó el cinturón de peso gallo (135 lb) y conmocionó al mundo. Para tratar de comprender mejor lo ocurrido, nada mejor que escuchar a uno de los protagonistas de aquella batalla.

Por eso, Ag. Fight conversó en exclusiva con Amanda Nunes, durante la visita de la brasileña a Las Vegas, donde se presentó, junto a su rival, como las capitanas de equipo de la próxima temporada del reality show ‘The Ultimate Fighter’. Consultada sobre la derrota ante Peña, la ‘Leoa’ reveló que enfrentó problemas en su campamento antes de la pelea y admitió que se equivocó al seguir adelante con el compromiso y no buscar postergarlo.

Según la bahiana, algunas lesiones sufridas durante su campo de entrenamiento interfirieron en su preparación, lo que explicaría la decepcionante actuación ante la estadounidense. A pesar de sentir que no estaba en condiciones para pelear, Amanda reconoce que se dejó llevar por el espíritu competitivo y la presión externa al momento de decidir si subir al octágono del UFC 269, error que le costó muy caro.

“Ya (revisé la pelea). Me tomó un tiempo verla, por supuesto, hay que tomar un descanso para que podamos recuperar nuestra energía y verlo correctamente. Realmente se hizo todo el trabajo, pero hubo algunas cosas con las que tuve que lidiar en el campamento para esa pelea que terminaron costándome el cinturón. Quedo claro en la pelea que no estuve al 100%, no queriendo decir que Julianna no merecía ganar. Pero yo 100% segura, ese cinturón no se iría a ningún lado”, dijo Amanda, antes de recordar que la pelea contra Julianna Peña ya había sido pospuesta anteriormente tras dar positivo por COVID-19, lo que influyó en su decisión de seguir con el cronograma de la entidad.

“La primera pelea con ella estaba programada, tuve covid y tuve que cancelar. Cuando anoté el segundo, estaba en un campamento para una pelea y me estrellé en otro campamento justo después, tuve algunas lesiones en el camino. Creo que todo atleta tiene una lesión, no hay forma de escapar. Pero mis lesiones me estaban debilitando mucho durante todo mi entrenamiento, todo mi campamento. Y yo, con la cabeza dura, dije: ‘Voy de todos modos, vamos por aquí, va a funcionar’. Entrenaba un día, lo sentía, el otro día volvía debilitada a entrenar. Entonces, no hice un buen campamento, hice un campamento realmente roto. Pero por lo general los luchadores no pensamos mucho, solo queremos pelear y pelear, ya veces no escuchamos el cuerpo, no escuchamos la voz de la experiencia”, explicó.

La preparación por debajo de las expectativas influyó directamente en la batalla. Sin mostrar el mismo desempeño que en otras peleas, Amanda terminó llevándose la peor parte en la pelea de pie y en el suelo, donde terminó siendo sometida, aparentemente sin mucha dificultad, por la oponente. La dificultad para encontrar su mejor actuación dentro del octágono, según ‘Leoa’, se debió a la falta de un entrenamiento específico que simule el combate, lo que habría dificultado, principalmente, su tiempo y distancia en los golpes, puntos fuertes de su arsenal de armas.

“Hubo un momento en el segundo asalto en el que también conectó un buen golpe, que terminó costándome la pelea. Ya estaba fuera de distancia, porque generalmente obtengo mi distancia cuando entreno, y en mi campamento no entrené mucho. Hice uno o dos, debido a las lesiones. Realmente no estaba en mi buen momento y ella logró conectar, creo que fue un golpe de superman detrás de la oreja, y no pude recuperarme. Perdí el equilibrio y todo empezó a salir mal después”, recordó Amanda.

“Estaba fuera de tiempo, más con un golpe bien conectado, perdí la cuenta de lo que estaba pasando. Y me costó la pelea. Cuando caímos al suelo, no quería dejarla ir más lejos, para no recibir más golpes y costarme más lesiones. Entonces, en ese momento, decidí -ya no veía bien- así que preferí pegarle y seguir”, admitió la peleadora, quien aún ostenta el cinturón de peso pluma de la UFC (145 lb).

Amanda tendrá la oportunidad de vengarse de Julianna Peña y recuperar el cinturón de peso gallo de la UFC en una revancha ya confirmada por la organización, pero aún sin fecha ni lugar confirmada oficialmente. El segundo duelo entre las rivales debería producirse tras el cierre de las grabaciones de la próxima temporada del reality show ‘The Ultimate Fighter’, que tendrá a la brasileña y a la estadounidense como protagonistas.

Más en Entrevistas