Al aceptar salvar la cartelera de UFC 303 en el último minuto, Alex Pereira se encontró en una posición delicada. Como el acuerdo para poner en juego su cinturón de peso semicompleto (205 lb) contra Jiri Prochazka sólo se confirmó cuando faltaban unas dos semanas para el evento de este sábado (29), el brasileño no tuvo tiempo suficiente para completar un campo de entrenamiento completo, como suele ocurrir tradicionalmente, sobre todo con los campeones.
Por ello, ‘Poatán’ y su equipo necesitaban actuar con rapidez para dejarlo lo más preparado posible para la disputa.
Aún en Australia, donde cumplía compromisos profesionales cuando fue anunciado como uno de los protagonistas de la pelea principal de UFC 303, el campeón buscó intensificar su entrenamiento con miras a una revancha contra Prochazka.
Para lograrlo, Alex Pereira contó con una ayuda inusual: el boxeador local Demsey McKean, dueño de un récord profesional de 22 victorias y sólo una derrota.
A través de sus redes sociales, ‘Poatan’ difundió parte de las imágenes de una sesión de sparring con el prometedor boxeador australiano , campeón de peso pesado de Asia Pacífico.
En el material completo, disponible en el canal de Youtube del peleador brasileño, se puede ver que, a pesar de que el entrenamiento se realizó al estilo del boxeador, el campeón de UFC logró molestar al gigante, de 2 metros de altura y 115 kg, y muestra por qué. Es considerado uno de los mejores delanteros del mundo actual.
Con buenos movimientos y tradicional precisión en sus golpes, Alex Pereira logró propinar varios golpes al boxeador australiano durante el sparring. Aunque se trataba de un entrenamiento, con ambos atletas aguantando la potencia de sus ataques, el campeón de UFC lastimó la cara de McKean, y su entrenador, Plínio Cruz, incluso indicó una posible fractura en la nariz del boxeador al final del entrenamiento.
Salvador de UFC 303
El campeón de peso semipesado y una de las mayores estrellas de la compañía, Alex Pereira tenía previsto defender su título contra Jiri Prochazka en la pelea principal de UFC 303, en Las Vegas (EE.UU.), el 13 de junio, es decir, 16 días antes del evento.
El ‘sí’ del brasileño, a pesar del corto aviso, salvó la cartelera de la Semana Internacional de la lucha, ya que la gran atracción -el regreso de Conor McGregor al octágono, en duelo contra Michael Chandler- había sido cancelada, debido a una lesión en la estrella irlandesa. La postura del brasileño incluso fue elogiada por Dana White, presidente de UFC.
