A pocos días de UFC 307, UFC publicó el ya tradicional ‘Countdown‘, material exclusivo y especial para cada evento, que revela la preparación detrás de escena de los protagonistas de las principales carteleras de la compañía. Y justo al inicio del episodio más reciente, Alex Pereira demostró que no solo es un campeón dentro del octágono, sino que también es un buen ejemplo fuera de él. Al fin y al cabo, ‘Poatan’ hizo una buena acción y donó 1.100 cestas de alimentos básicos a familias necesitadas de São Paulo, Brasil.
La iniciativa fue promovida en Batistini, barrio de São Bernardo do Campo, donde nació y creció Poatan. También de origen humilde, el campeón de peso semicompleto de UFC (205 lb) decidió retribuir, en cierta manera, a la población local por los éxitos alcanzados en su carrera. Esta actitud provocó que el peleador brasileño recibiera abrazos, se tomara fotos, repartiera autógrafos y fuera blanco de aplausos de vecinos de la región.
«Estoy muy feliz de estar aquí, reuniéndolos a todos. Mi vida está siendo bendecida y quiero devolverla. Las cámaras están aquí, pero yo no estoy aquí para presumir. Quiero animar a la gente a donar a los necesitados. Creo que podremos marcar la diferencia, no sólo en sus vidas, sino en las vidas de muchas personas. ¡Muchas gracias! Estamos en el barrio Batistini, el barrio donde nací y crecí. Hagamos esta acción entregando 1.100 canastas básicas de alimentos para ayudar a 1.100 familias. Es algo que vengo haciendo desde hace algún tiempo. Mi realidad era la de estas personas. Mucha dificultad. Mi miedo siempre fue pasar hambre . Y si (hoy) puedo hacerlo, lo haré», destacó Alex Pereira.
Estrella de UFC y ejemplo en todo el mundo
Con el éxito adquirido en el kickboxing y posteriormente en las MMA a través de la UFC, Poatán no sólo se convirtió en un ídolo regional, sino que alcanzó el estatus de estrella global. Consciente de ello, el brasileño también sigue dando buenos ejemplos en todo el mundo, como lo hizo en su visita al ‘The Royal Children’s Hospital’, hospital especializado en el tratamiento de niños y adolescentes con cáncer, en Melbourne, Australia. Con los cinturones UFC, Alex hizo felices a los pacientes con juegos y fotos y lloró tras cumplir un pedido y afeitarle la cabeza a un joven diagnosticado con la enfermedad.