Luego de la euforia por la rivalidad entre Francis Ngannou y Ciryl Gane, en UFC 270, el próximo gran espectáculo de la organización presenta otra historia de animosidad que involucra a sus protagonistas. En la edición número 271, que se llevará a cabo el 12 de febrero, en Houston (EE.UU.), Israel Adesanya pondrá en juego el título del peso mediano (185 lb) ante Robert Whittaker y derrocha confianza para la revancha.
En una entrevista con el canal de ‘YouTube’ ‘Combat TV’, Adesanya, conocido en las MMA por presumir sus habilidades y atacar a sus oponentes, no cambió de postura al analizar el nuevo enfrentamiento contra Whittaker. En la primera pelea, celebrada en 2019, en casa del australiano, ‘The Last Stylebender’ hizo caso omiso del ambiente hostil y se convirtió en campeón del peso medio de la UFC al ganar por nocaut, con derecho a un espectáculo en el octágono. Como brilló una vez frente a ‘The Reaper’, el nigeriano, invicto en la categoría, garantiza que volverá a presentar una actuación de alto nivel, ya que su objetivo es dominar por completo a sus rivales.
“Whitaker estará en estado de shock. Va a tener un rudo despertar cuando me sienta, porque la primera vez no fuimos al clinch. Espero ir al clinch con él esta vez, porque cada vez que lo hacen se dan cuenta de que soy mucho más fuerte. Todos dicen que. Creen que saben lo fuerte que soy hasta que me tocan, así que se sorprenden. Para mí, no es tan difícil. Ni siquiera diré más fuerte, porque todos esperan que domine a este tipo, de la misma manera que todos esperaban que dominara a Vettori”, declaró el campeón de la UFC.
En la UFC, Adesanya se hizo famoso por ser dueño de un golpeo diferenciado, rápidamente pasó a formar parte de la élite del peso mediano y, posteriormente, al lugar más alto de la división. Sin embargo, el campeón de la división negó ser solo un delantero peligroso y técnico, por lo que aseguró que está apto para pelear en todos los sectores y provocó a su rival, mencionando que no tiene el estilo del polaco, luchador que impuso su primera y única derrota en las MMA.
“Es la presión que me pongo a mí mismo, tengo que dominar en todas las áreas de esta pelea. Luchando, golpeando, en la grilla, en el clinch, donde sea que vaya la pelea. Me presiono a mí mismo porque espero lo mejor de mí mismo y quiero asegurarme de lucir incluso mejor que la primera vez que enfrenté a mi oponente. No pelearé con él como luché la primera vez y sé que él no peleará conmigo como peleó la primera vez. Es un niño tonto si cree que el plan de otra persona me derrotará. Es un tonto, pero su equipo es inteligente y por eso lo tomo en serio. Es por su equipo. Él mismo es un niño tonto», concluyó.