El pasado 3 de febrero marcó exactamente dos años desde la última vez que Mario Yamasaki arbitró una pelea de UFC. El duelo entre Valentina Shevchenko y Priscila Cachoeira, en Belém, estuvo marcado por los duros golpes sufridos por la brasileña, que fue finalizada en la segunda ronda ante el árbitro, que no interrumpió la masacre hasta que vio el signo de la retirada de la atleta. Criticado en ese momento por el presidente de Ultimate, Dana White, el brasileño no fue asignado para arbitrar los espectáculos de la franquicia y, por lo tanto, decidió tomarse unas vacaciones, aunque afirma que su regreso a las competiciones está cerca de suceder.
En una entrevista exclusiva con el informe de Ag.Fight, el nativo de São Paulo, que actualmente vive en Washington (EE.UU.) y trabaja en el área inmobiliaria local, admitió que tomó cursos en los últimos meses para ponerse en forma y para demostrar que está listo para comenzar su carrera nuevamente. Garantizó que todo lo que tiene que hacer es pagar la tarifa anual de la Comisión Atlética y llevar a cabo los exámenes médicos necesarios, situaciones que tiene la intención de resolver pronto. Al confirmar oficialmente su regreso, el árbitro confía en que, a pesar de la última imagen negativa, todavía puede arbitrar peleas en Ultimate, sin represalias de la organización.
“Creo que volveré al UFC, no hay razón para detenerme. Creo que es cuestión de tiempo, creo, ¿verdad? Pero no puedo decidir por ellos. En mi opinión no tengo ningún problema, pero depende de ellos. Yo trabajo para la Comisión Atlética. Hagan lo que hagan, acepto. La elección del arbitraje es responsabilidad de las Comisiones Atléticas”, explicó.
Uno de los pioneros en silbar en las peleas de Ultimate, Mario Yamasaki ganó fama dentro de la franquicia. El brasileño, de hecho, fue responsable de estar a la cabeza del «duelo del siglo», entre Anderson Silva y Vitor Belfort, en 2011. Y precisamente porque tiene una historia dentro de la organización, apuesta a que volverá a estar dentro del octágono y no se esconde. Echó de menos eso.
“Comencé en el UFC antes que casi todos los que estaban allí, y me trajo alegría, le debo mucho a Ultimate y todo lo que me proporcionó. Conocía el mundo y el mundo me conocía, que es lo mejor. Estoy súper feliz y si no lo hago (para arbitrar) en el UFC, hay otras organizaciones a las que puedo arbitrar, extraño la adrenalina de la pelea”, justificó el brasileño.
Con la vista puesta en volver a arbitrar, Yamasaki también dijo que buscará un acercamiento con CABMMA (Comisión Atlética Brasileña de MMA). La idea de São Paulo es poder estar activo en cualquier evento y demostrar que ha sido reciclado en este momento. Por lo tanto, dijo que hablará con el director general de la Comisión para acelerar este proceso.
“No he tenido la oportunidad de hablar con CABMMA todavía, pero quiero sentarme con Cristiano (Sampaio) y comenzar a arbitrar nuevamente en cada evento que pueda. Este tiempo de inactividad fue suficiente para reflexionar sobre los errores y los éxitos para buscar siempre la perfección”, dijo.
