Megan Anderson tiene récords de 10 victorias y 4 derrotas en el MMA – Tyler Misiak / PXImages
Hablar abiertamente sobre la salud mental sigue siendo un tabú en la sociedad, y este estigma se intensifica aún más en el mundo de la lucha. Sin embargo, incluso aunque sea modestamente, los atletas de MMA comienzan a hablar sobre esto en público. El caso más reciente fue el de la australiana Megan Anderson, quien detalló el proceso de depresión por el que pasó y que culminó en un intento de suicidio.
Como parte del show de MMA de Ariel Helwani, Megan admitió la dificultad de hablar sobre eso, especialmente como artista marcial. La atleta subrayó que es importante que los combatientes se posicionen cada vez más para que la salud mental se convierta en un tema de debate estándar.
“Creo que si tienes un estigma de salud mental, especialmente cuando eres un luchador, somos vistos como invencibles. Entramos en la jaula, luchamos y debemos actuar como si fuéramos superhéroes. A medida que más de los luchadores hablen sobre eso, tendremos más y más voz para mostrarle a la gente que está bien no estar bien. Es común tener estos sentimientos o sentirse de esa manera. Recuerda, no eres el único. Y siempre hay alguien allí para apoyarte, nunca es el peor de los escenarios. Nunca es tan malo como pensamos», analizó Anderson.
Antes de pensar en convertirse en un profesional de MMA, Megan era parte del ejército australiano. Y fue precisamente en este momento que la atleta de UFC experimentó el mayor drama de su vida. En el apogeo de la depresión, la peso pluma incluso intentó quitarse la vida. Años después, Anderson encontró en el deporte una forma de superar sus problemas personales.
“No quería problemas (en el ejército), pero no me iba bien. Se centraron en mí y me hicieron un ejemplo. Y eso me rompió hasta el punto de que, creo que fue a principios de 2010, intenté suicidarme, terminé en un hospital. Era un momento en que tenía miedo de hacer algo. Estaba tan roto mentalmente que ya no sabía lo que podía hacer. Fue difícil para mi familia, por supuesto. Después de eso, tomamos la decisión de que (el ejército) no era para mí. Dos años después conocí a MMA”, recordó el australiano, antes de complementar.
“Nunca te curas completamente a ti mismo. Aprendes a lidiar con estas crisis y sentimientos, o lo que sea. Aprendes formas de manejarlo”, concluyó.
A los 29 años, Anderson es una de los atletas más talentosa en una categoría de Ultimate escasamente poblada. Este escenario hizo que la australiana, después de su última victoria en la liga en octubre, mostrara interés en competir por el cinturón de hasta 66 kg, que hoy pertenece a la dos veces campeona brasileña Amanda Nunes.
