Tras el anuncio de la salida de Khamzat Chimaev de UFC Arabia Saudita debido a una grave enfermedad, parte de la comunidad de MMA cuestionó el interés de Robert Whittaker, excampeón de peso medio (185 lb) y número tres del ranking, en aceptar un duelo de último momento. contra Ikram Aliskerov, que ni siquiera aparece entre los 15 primeros de la categoría.
Pero la actitud está justificada por él mismo. Al fin y al cabo, según el australiano, su mayor temor era no entrar en acción en la fecha prevista por una posible cancelación de la pelea.
En una entrevista exclusiva con Ag. Fight, Robert Whittaker recordó que el período en el que se confirmó la salida de Chimaev sin un plan B establecido fue considerablemente estresante.
Dispuesto a competir este sábado (22) de todos modos, el australiano destacó que consideraría una catástrofe si Aliskerov –u otro oponente– no hubiera aceptado actuar en el último minuto.
«Fue un poco estresante (saber que Chimaev estaba fuera). Estaba estresado porque me preocupaba si la pelea sucedería. La amenaza era muy real. Semana de lucha, intentando encontrar un nuevo oponente. Es algo muy difícil de hacer en el último minuto como este. No luchar habría sido una catástrofe. Así (luchando) me gano la vida, así mantengo a mi familia. Vine hasta aquí (Arabia Saudita) para hacer esto. Pero afortunadamente Ikram Aliskerov aceptó y todavía pelearé este sábado (risas)», explicó Robert Whittaker.
¿Alto riesgo y baja recompensa?
A pesar de continuar liderando UFC Arabia Saudita, Robert Whittaker se encuentra en una situación que los fanáticos de MMA consideran de alto riesgo y baja recompensa. Al fin y al cabo, una victoria este sábado no suele garantizar una posible nueva ‘oportunidad por el título’ para el australiano, al tratarse de un rival no clasificado.
Por otro lado, una derrota podría minar sus aspiraciones al título, además de poner en riesgo su tercera posición en la clasificación frente a un rival desconocido para el gran público.
