El pasado sábado (13), Cody Garbrandt fue presentado por Deiveson Figueiredo en la inauguración de la cartelera del centenario de UFC 300, en Las Vegas (EE.UU.). La victoria del excampeón de peso mosca (125 lb) sobre el exmonarca de peso gallo (135 lb), sin embargo, no se habría logrado por mérito exclusivo del brasileño, al menos eso indica ‘No Love’.
En sus redes sociales, Garbrandt afirmó que un episodio de vértigo había influido en su derrota ante Figueiredo en UFC 300. Según el relato del estadounidense, la condición lo acompaña desde hace más de una década y se manifestó durante la pelea contra el brasileño, especialmente después de que la pelea se fue al suelo, donde el ‘Dios de la Guerra’ selló su victoria con una mata león.
“Me sentí muy bien en mi pelea, hasta que comencé a sentirme mareado, no podía controlar todo lo que pasaba cuando (la pelea) se fue al suelo. Me quito el sombrero ante Deiveson y su equipo. Terminé yendo al hospital, donde seguí sintiéndome mareado y vomitando hasta las 4 de la mañana. Gracias, Heather y Olivia, por monitorearme después de la pelea. Voy a arreglar esto, he estado lidiando con vértigo desde 2012. Gracias a los fans que vinieron a apoyarme. No fue mi noche, pero me encanta hacer lo que hago. Volveré antes de que termine el año”, dijo Cody Garbrandt.
Secuencia rota
La derrota ante Deiveson Figueiredo en UFC 300 acabó con la primera racha positiva que tenía Cody Garbrandt desde 2016, cuando acabó convirtiéndose en campeón de peso gallo. Por otro lado, el brasileño logró su segunda victoria consecutiva desde que ascendió a la división de las 135 lb de la compañía y ahora ocupa el sexto lugar en el ranking de la categoría.