El pasado sábado (23), en Cancún (México), la pelea principal de ‘Kickback 2’ –una serie de carteleras de Karate Combat paralelas a los eventos numerados– terminó de una manera inverosímil y frustrante para los fanáticos. Después de todo, el apasionante enfrentamiento entre los expeleadores de UFC Sam Alvey y Antônio Arroyo, que puso en disputa el cinturón de peso pesado de la empresa, fue declarado ‘no contest’ (sin resultado) debido a un cabezazo involuntario.
El ‘accidente’ ocurrió en el segundo asalto de la pelea. Al intentar acercarse al rincón de Alvey, Arroyo terminó chocando involuntariamente su rostro con el de su rival. El impacto provocó que el estadounidense sufriera un ‘derribado’ y posteriormente ‘noqueado’ tras una serie de golpes propinados por el brasileño.
Después de celebrar la aparente victoria, Antônio Arroyo vio a los árbitros consultar las imágenes y transformar el duelo en un ‘no contest’. Por tanto, según las reglas, el campeón conservó su título.
“Independientemente del cabezazo, lo atrapé. Estoy mejor y el mundo lo sabrá”, comentó el brasileño, en la publicación oficial de Karate Combat en ‘Instagram’.
Revancha alineada
A pesar del frustrante episodio, especialmente para Antônio Arroyo, quien fue superior en la pelea hasta su interrupción, la tendencia es que se reprograme una nueva pelea entre los competidores. Pese a no tener aún fecha ni lugar oficial, la organización aseguró, a través de un comunicado enviado a la prensa, que en el futuro se programará una revancha inmediata por el título.