Noticias
Paulo Costa regresa tras una pausa para cumplir con las expectativas sobre su potencial
-
por
Neri Fung
Ausente del octágono más famoso del mundo desde agosto de 2022, Paulo Costa vuelve a la acción este sábado (17), en el ‘evento co-principal’ del UFC 298, en California (EE.UU.). La pelea, contra el excampeón de peso mediano (185 lb) Robert Whittaker, marcará solo la sexta aparición del brasileño en los últimos seis años, un promedio mucho menor de lo esperado. Sin embargo, incluso con el largo parón reciente y la baja frecuencia de peleas en lo que debería ser el pico competitivo de su carrera, ‘Borrachinha’ parece mantener alto su prestigio y su regreso despierta grandes expectativas en gran parte de la comunidad de las MMA.
Prueba de ello es el trato que el brasileño recibió por parte de los aficionados en la semana previa al UFC 298. En la conferencia de prensa, por ejemplo, Borrachinha fue uno de los atletas más –si no el más– aplaudido en subir al escenario montado en el ‘Honda Center’ en Anaheim, California. Al coro de ‘jugo secreto’ -marca registrada del exretador al título mediano-, el minero se robó el show en la ceremonia, que contó con los principales nombres de la cartelera de este sábado, entre ellos el campeón de peso pluma (145 lb) Alexander Volkanovski y el georgiano Ilia Topuria, protagonistas del acto central de la edición.
Popularidad en aumento
Pero, ¿qué explica la creciente popularidad de Paulo Costa, a pesar de que ha actuado tan poco dentro del octágono en el pasado reciente y si en las pocas peleas que ha peleado, sus actuaciones –y resultados– no han estado a la altura de las expectativas creadas a su alrededor? Parte de esta respuesta puede aclararse por la interacción del luchador con los fanáticos del deporte. Figura muy activa en las redes sociales, el minero de Minas Gerais logró comprender el «juego» de Internet mejor que la mayoría de sus colegas profesionales, especialmente sus compatriotas.
Además de su fuerte personalidad y su ‘estrafalario’ sentido del humor, el brasileño tampoco rehúye comentar temas controvertidos en sus redes sociales. Esta postura sin duda divide opiniones. Sin embargo, un hecho es innegable: el nombre de Borrachinha siempre está en alza en las discusiones dentro de la comunidad de MMA en Internet. Es como dice el famoso refrán: ‘Habla bien o mal, pero habla de mí’. Como resultado, a pesar de no ser tan activo en el octágono como otros atletas, el peso mediano sigue siendo relevante y uno de los miembros más populares del equipo de UFC.
Creencia en el potencial
Utilizar bien Internet como forma de expandir tu marca es fundamental, pero no respalda por sí solo una carrera exitosa, independientemente de cualquier modalidad o área de actividad profesional. Por lo tanto, otro factor sumamente importante que ayuda a explicar por qué Paulo Costa sigue teniendo buena moral con algunos de los fanáticos, y con la propia UFC, es el potencial que ya ha demostrado dentro del octágono.
Dueño de un estilo agresivo que agrada al gran público, Borrachinha se convirtió en una apuesta como futuro campeón de UFC en sus primeros compromisos con la organización, sobre todo por sus consecutivas victorias por nocaut. Grandes batallas libradas dentro de la jaula, como el triunfo por puntos sobre el cubano Yoel Romero, en 2019, también contribuyeron a aumentar las expectativas en torno al peleador minero, que parecía destinado al trono de la división de peso mediano. Sin embargo, el potencial que anteriormente impulsó su carrera ha sido cuestionado por algunos desde hace algún tiempo.
Derrotas, lesiones e impasses contractuales
Parte de estas preguntas se originaron a partir de la derrota del brasileño ante Israel Adesanya, en 2020. Invicto hasta entonces, Paulo Costa se clasificó para una pelea por el título contra el nigeriano después de ganar sus primeras cinco peleas en UFC. Pero, con un desempeño por debajo de lo esperado, Borrachinha acabó siendo superado por ‘Izzy’ y, desde entonces, ha despertado desconfianza en parte del mundo de la lucha sobre su real nivel como luchador.
La derrota ante el italiano Marvin Vettori, poco después, tampoco sirvió al minero de convencer a sus detractores de que el revés del Adesanya había sido fruto de un mal día. En esta ocasión, el peso mediano compitió en la división semicompleto (205 lb), ya que tuvo problemas con el corte de peso y la pelea tuvo que reubicarse en la máxima división en el último minuto. Lo sucedido también sirvió para aumentar la ola de odio que sufrió Borrachinha en Internet, que luego aprovecharía para aumentar su participación en las redes sociales.
Las lesiones también forman parte del ‘combo’ de desconfianza respecto al potencial real de Paulo Costa. El luchador sufre problemas físicos y de salud -algunos leves y otros más graves- desde hace unos años, lo que contribuyó a largos parones en su carrera y a algunas cancelaciones de peleas, como ocurrió en octubre del año pasado, cuando debía enfrentar a Khamzat Chimaev, y también en una pelea previa, contra el propio Robert Whittaker.
El duelo contra Whittaker, que finalmente se disputará este sábado, ya había sido programado por UFC en otras ocasiones. En uno de ellos, la organización anunció oficialmente la pelea, pero Borrachinha luego reveló que no había firmado el contrato, acusando a la compañía de intentar presionarlo con el anuncio. Los impasses contractuales, por cierto, también influyeron en el cambio de visión de algunos sobre la carrera del peleador brasileño, principalmente al interferir con su frecuencia dentro del octágono.
Esperanza
A pesar de todo esto, como ya se dijo, Paulo ‘Borrachinha’ Costa ingresa al octágono de UFC 298, este sábado, llevando la esperanza de muchos que todavía creen en su potencial para convertirse en campeón. Y, de hecho, un triunfo sobre Robert Whittaker podría volver a poner al brasileño (actualmente sexto en el ranking de peso mediano de la liga) en la carrera por una oportunidad por el título en la división. Parece que ya cuenta con el apoyo del público californiano, queda por ver si se cumplirán las expectativas respecto a su actuación dentro de la jaula ante uno de los principales atletas de la categoría.