Fichada recientemente por UFC, Kayla Harrison, de 33 años, no tiene tiempo que perder. Y parece tener discernimiento al respecto. A una edad considerada por muchos expertos como la cima de la carrera de un atleta de MMA, la dos veces campeona olímpica de judo tendrá la oportunidad de dejar su tarjeta de presentación en posiblemente la cartelera más esperada del año: UFC 300, programado para el día 13. de abril, en Las Vegas (EE.UU.). Feliz y con un ‘nuevo hogar’, la estadounidense celebró su éxito y llegada a la principal organización de este deporte en el mundo.
A través de sus redes sociales, la judoka estadounidense afirmó que ir a UFC podría brindarle su principal objetivo al incursionar en las MMA: convertirse en la mejor del mundo. Y el camino hacia un eventual cinturón en la empresa que preside Dana White podría ser sumamente corto. En caso de una victoria impactante sobre la excampeona de peso gallo (135 lb) Holly Holm, Kayla podría ser elevada directamente a la posición de retadora, debido a sus credenciales y, sobre todo, a su popularidad en los deportes de combate.
“Cuando comencé a competir (MMA), mi objetivo era ser la mejor campeona olímpica de MMA. UFC me presenta la oportunidad de ser exactamente eso. Ha sido un viaje increíble llegar a este punto, estoy agradecida por cada paso en el camino. Los altibajos me han moldeado y me han convertido en una versión aún mejor de mí misma. El tiempo de Dios es perfecto y de una cosa estoy segura: Mi tiempo es ahora. ¡Vamos allá!”, escribió la judoka en su cuenta de Instagram.
Favoritismo y lucha contra la báscula
Con un récord de 16-1 en MMA profesional, Kayla Harrison emerge como el clara favorita para el duelo con Holly Holm. Pero si dentro del octágono la judoca cuenta con la confianza de sus fans, fuera de él una batalla aparte parece preocupar a sus seguidores.
Dentro de las artes marciales mixtas, Kayla ha competido entre los pesos ligeros (155 lb) y pluma (145 lb). Sin embargo, para su debut en UFC, la judoka tendrá que alcanzar un peso sin precedentes en su carrera: 135 lb, el límite para la división de peso gallo.