Convocado por Israel Adesanya para ocupar el puesto de próximo retador al título de los medios (185 lb), Sean Strickland ya se encuentra en proceso de negociación con la liga para medir fuerzas ante el campeón nigeriano en el UFC 293, previsto para principios de septiembre. Todavía sin acuerdo oficial para el combate, ‘Tarzán’ impone una sola condición para aceptar los términos y entrar en rumbo de colisión con ‘Izzy’: un pago igual al desafío.
En una entrevista con el canal ‘Helen Yee Sports’, Strickland admitió que, con un buen valor económico, el enfrentamiento con Adesanya debería adelantarse sin mayores problemas. Sin pelos en la lengua, el estadounidense aprovechó el puesto para burlarse de Dricus Du Plessis quien, en teoría, sería el ‘próximo de la fila’, pero, según ‘Izzy’, no podrá competir en el UFC 293, por una supuesta lesión en el pie.
«Estamos negociando. Todo se reduce a pagarme. Quieres verme pelear. ¿Voy a ganar? No lo sé, pero voy a ir allí y le voy a dar un puñetazo a ese hijo de puta chino en la cara. No creo que Dricus sea tan bueno, creo que Izzy le gana, pero entiendo a Dricus. Es natural terminar peleando, peleé una semana antes que tú y decir: ‘Oye, ¿quieres volar al otro lado del mundo y enfrentarte a un chico en solo siete semanas?’ Es natural decir: ‘Tal vez no quieras’. Pero soy un jodido hombre, no soy un idiota. tengo un precio Págame dinero, pelearé con él aquí mismo. A diferencia de Dricus, que es un tipo más inteligente, un verdadero africano. No soy. Si me pagan, pelearé aquí ahora», destacó Sean Strickland.
El dinero ha sido el factor motivador
Incluso antes de que surgiera la oportunidad de luchar por el cinturón, Sean Strickland había sorprendido al anteponer el factor financiero al deportivo en algunas oportunidades. Eso quedó claro en sus dos últimas peleas, cuando enfrentó y ganó a dos atletas fuera de los rangos élite de la categoría, con la justificación de que le estaban pagando bien por una ‘misión tan arriesgada’.
Ahora, frente a Adesanya, ‘Tarzán’ finalmente puede combinar los dos factores, al intentar desbancar al campeón y, en consecuencia, recibir una bolsa de bolas en la tarjeta numerada con sede en Australia.