La batalla tras bambalinas librada por Francis Ngannou, que buscaba mayor libertad y mejora salarial, y la UFC terminó con el fracaso de las negociaciones para la renovación del contrato del entonces campeón de peso pesado y, en consecuencia, con su salida de la organización. Ahora, despojado de su título, pero libre en el mercado, el camerunés irá en busca de nuevas y mejores oportunidades para su carrera. Y es que, a juicio de uno de sus principales rivales en la UFC, el desenlace del embrollo no le cogió por sorpresa.
Derrotado por Francis en enero del año pasado, en lo que terminó siendo la última pelea disputada por el camerunés en la UFC, Ciryl Gane clasificó la elección hecha por su torturador, para mantenerse firme en sus reclamos y no ceder a las presiones de los empresa, como correcto. El francés, curiosamente, fue uno de los grandes beneficiados con la salida del excampeón de los pesados de la organización.
“Creo que cuando estás en una posición en la que quieres ir a la guerra con la UFC y te mantienes firme como lo hizo él, no me sorprendió la decisión (de dejarlo ir). Para mí, tengo algo, tal vez algunas ideas. Tal vez quiera detener su carrera de las MMA y solo quiera ganar dinero boxeando. Esa es una elección y no es una mala elección para mí. Esta es una elección correcta”, dijo ‘Bon Gamin’.
Con la salida de Francis Ngannou de la UFC y la vacante del cinturón de los pesados, Ciryl Gane tiene programado enfrentar al excampeón semicompleto (205 lb) Jon Jones, el 4 de marzo, en la cartelera de la edición número 285, en un válida disputa por el título de la categoría. Este será el segundo intento del francés por hacerse con el cinturón de la entidad presidida por Dana White. En la primera, precisamente ante Ngannou, ‘Bon Gamin’ se vio superado por puntos, en enero de 2022.