Este sábado (4), Derrick Lewis y Sergei Spivak lideran UFC Vegas 68. Sin embargo, los pesos pesados originalmente estaban programados para enfrentarse el 19 de noviembre de 2022, también en el entonces evento principal de la cartelera del UFC Vegas 65. Pero en la ocasión , el enfrentamiento fue cancelado con el show ya en marcha por complicaciones de salud con ‘La Bestia Negra’. Tras el embrollo, el atleta estadounidense reveló que se le impidió entrar en acción en ese momento por haber dado positivo por COVID-19.
En ese momento, la UFC afirmó que Lewis sufría problemas de salud, sin entrar en detalles. El propio luchador, que se sintió mal la víspera del evento, admitió que solo se enteró de que había contraído el virus después de que lo llevaran a su casa. A partir de entonces, el peso pesado resaltó que su estado de salud empeoró, pero que ya se encuentra 100% recuperado para competir.
“Mi****, tengo COVID. Fue COVID (la razón por la que se canceló la pelea), pero aún quería pelear. Solo descubrí que tenía COVID después de ir a casa y hacerme la prueba. Me contagié de COVID y las cosas empeoraron a partir de ahí. Me enfermé mucho, tuve fiebre, comencé a perder peso y a vomitar todo lo que puedas imaginar. Se quedó dormido al azar. Pero me siento bien ahora. Sí, por supuesto (estaba molesto), porque trabajamos muy duro para esa pelea, y creo que lo hicimos aún más esta vez”, reveló Lewis durante el día de los medios de comunicación del UFC Vegas 68, según el sitio web ‘MMA Junkie’.
El choque entre los pesos completos promete poner frente a frente a dos generaciones distintas, así como a deportistas en etapas opuestas de sus carreras. A la edad de 37 años, Lewis está tratando de rehabilitarse en Ultimate después de dos derrotas consecutivas por nocaut. Spivak, diez años más joven, vive del otro lado de la moneda. Repleto y en la 12ª posición del ranking de pesos pesados, el luchador moldavo busca sumar su tercera victoria consecutiva para consolidarse de una vez por todas en la escuadra élite de la categoría.